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ADIÓS A LAS RIÑAS

5 tips de convivencia para evitar conflictos con tus compañeros de piso

Con unos sencillos cambios, tu relación en casa será un éxito.

Compañeros de piso

Compañeros de pisoiStock

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En las grandes ciudades, encontrar grupos de compañeros de piso es de lo más habitual. Los precios de las viviendas están al alcance de muy pocos y es por eso que muchas personas piensan que compartir piso es solo una opción para aquellos que no tienen la suficiente solvencia económica como para vivir solos.

Pero compartir una vivienda también es un estilo de vida que muchos quieren experimentar alguna vez en la vida.

Series como ‘Friends’ o ‘New Girl’ nos han contado maravillas sobre los pisos compartidos y nos han mostrado la mejor cara de la convivencia. Noches de pizza y película, tardes de vino y terapia para corazones rotos, sesiones de limpieza al ritmo de los hits del momento… Todo momentos idílicos.

No cabe duda de que tener compañeros de vivienda y crear un hogar con ellos es una experiencia única que puede marcarte para siempre. Pero no todo es tan bonito como parece. Los conflictos de convivencia han acabado con amistades muy sólidas.

Cada uno tiene sus filias y fobias y el día a día puede llegar a generar unos roces de esos que terminan en llagas difíciles de curar.

Para evitar la parte mala de compartir piso y vivir una experiencia digna de una ficción de Netflix, es importante seguir unas pautas de convivencia. Te las contamos:

1. Pide permiso

La máxima de “pedir perdón antes que permiso”, en la convivencia no sirve. Si te quedas sin leche y le quieres coger a tu compañero de piso, sobre todo, pídele permiso antes o, al menos, avísalo. A pesar de parecer una tontería, que esto ocurra repetidas veces hará que tu amigo empiece a molestarse cuando se le termine la leche y, quizás, te acabe pegando la bronca cuando tú no hayas bebido ni una sola gota. “Maté un gato y me llaman matagatos”...

Lo mismo puede pasar si le coges prestado sin permiso una prenda de ropa y justo ese día tu compañero de piso decide ponérselo y no lo encuentra. El malestar va a estar asegurado.

2. No procrastines

Aplazar tus obligaciones como compañero de piso no solo te perjudicará a ti, también al buen ambiente en casa. Unos platos sucios ocupando espacio en el fregadero son objeto de discusión asegurada. Por lo que más vale prevenir que curar y coger la costumbre de limpiarlos una vez has terminado de comer o cenar.

Otro tip importante es coger la costumbre de mantener limpio tu espacio, de este modo la limpieza a fondo durará más tiempo. Con esto nos referimos a pasar un trapo por la mesa después de comer o quitar los pelos del desagüe después de cada ducha.

También es importante acostumbrarse a ser ordenado en las zonas comunes. Encontrar que los cojines del sofá están en su sitio y la mesa del comedor está despejada seguro que pone de buen humor a tus compañeros.

Además, adquirir todos estos buenos hábitos te ayudarán a ser una persona mucho más metódica y organizada en otros ámbitos de la vida.

3. Sé amable

Este es uno de los puntos más difíciles de conseguir, pero uno de los más importantes para conseguir el éxito en la convivencia. Hay que ser consiente de que todos tenemos malos días y todos tenemos nuestras rarezas. Por lo que, a pesar de que haya cosas que nos puedan molestar o momentos en los que nos gane el mal genio, hay que evitar hablar a tus compañeros de forma grosera.

Una comunicación fluida y en un tono correcto hará que tu casa siempre sea un espacio de paz y buena energía.

4. Sé sincero

Ligado con el punto anterior, es muy importante ser sincero con tus compañeros de piso y hablar cada cosa que te moleste o incomode. No hay que dejar pasar nada, aunque sea un mínimo detalle sin importancia, ya que, si se te acumulan muchos detalles, al final te pesarán como si hubiera pasado algo grave.

5. Sé detallista

Tener un buen gesto con el amigo con el que vives, o darle una sorpresa de vez en cuando, hará que vuestra relación mejore y que los pequeños conflictos que hayan podido surgir queden en un segundo plano.

Si vas a comprarte un cruasán, compra un par más para tus compañeros, seguro que les hará ilusión y, quien sabe, algún día te sorprenderán a ti.

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