La vida de Noelia López dos años después de la muerte de José Antonio Reyes

Noelia López sufrió el golpe más duro de su vida hace dos años cuando su marido, José Antonio Reyes, fallecía en un fatídico accidente de tráfico a los 35 años. Nada se pudo hacer para salvar su vida ya que murió en el acto, y poco después su viuda abandonaba Utrera y regresaba a su Jaén natal junto a sus dos hijas para pasar el duelo cerca de los suyos.

Al parecer nunca ha regresado al pueblo sevillano para ver a su familia política, tal y como revela una fuente a Jaleos: “A veces se le pregunta, pero sabemos, por lo que nos cuentan, que está mal. Lo último que supe de ella es que seguía mal, que lo echaba de menos, que soñaba con él, que creía que todo era una especie de pesadilla... Todo esto a ella la ha dejado muy tocada, su vida cambió de un segundo para otro y lo único que hace es pensar en el bien de sus hijas".

Sí que se sabe que el pasado mes de septiembre retomó sus estudios de Ingeniería de Caminos, carrera que dejó cuando en 2011 conoció a Reyes y decidió acompañarlo allá donde fuera por su profesión como futbolista. Esa misma fuente revelaba que estaba muy ilusionada con terminar sus estudios y volcada en sus pequeñas, contando con la ayuda de sus padres que son su principal apoyo.

Su familia de hecho se vio golpeada también por una dramática pérdida en 2015 cuando el único hermano de Noelia, Tony, fallecía muy joven tras batallar con una grave enfermedad. Ahora Noelia solo se mueve entre un grupo reducido de amigos, intentando superar aún la muerte de su esposo.

Según señala esa misma fuente a Jaleos, la relación entre Noelia y la familia de Reyes es inexistente. Al parecer habrían pasado cosas entre ellos, pero se desconoce el qué. Sea como sea, el futbolista ya no está para solucionar quizás la relación entre ellos. Su caso se archivó ya que aunque se vieron dos indicios de delitos por parte de Reyes, que era el que conducía al parecer a 187 kilómetros por hora, se decidió no continuar con la causa, ya que el presunto culpable había fallecido.