HASTA QUE HAYA SENTENCIA

Rafael Amargo sale de prisión conmovido y sorprendido tras conseguir la libertad provisional: "Quiero abrazar a mis hijos"

La Audiencia Provincial de Madrid ha puesto en libertad provisional hasta su sentencia por presunto tráfico de drogas a Rafael Amargo. El bailaor se ha mostrado muy agradecido por las muestras de cariño.

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Rafael Amargo ha salido este viernes muy emocionado de la cárcel de Soto del Real (Madrid), tras decretarse su libertad provisional, hasta que haya sentencia por el juicio que ha concluido por presunto tráfico de droga en su piso de Malasaña.

El bailaor, acompañado de su mujer Luciana y su abogado, Marcos García Montes, se ha mostrado confiado en que habrá finalmente una sentencia que lo absolverá de la acusación de vender droga desde su casa.

Rafael Amargo junto a su mujer Luciana Bogniano
Rafael Amargo junto a su mujer Luciana Bogniano | Gtres

"Y si no, recurriremos hasta donde hiciera falta", ha añadido a los medios. El artista ingresó en prisión el pasado 3 de noviembre, cuando la Audiencia Provincial de Madrid lo decretó por no haber cumplido con la obligación de firmar cada 15 días en el juzgado.

Visiblemente emocionado, Amargo se ha acordado de todos los presos que han sido sus compañeros estos meses, asegurando que él ya no es el mismo tras la reinserción: "El hombre que entró aquí hace cinco meses no es el mismo de ahora".

"Una prisión es una prisión. He intentado llevarlo lo mejor posible, siendo fuerte. He sentido muchísimo cariño de parte de todos los internos", ha asegurado.

Rafael Amargo abrazando a su mujer Rafael Amargo junto a su mujer Luciana Bogniano
Rafael Amargo abrazando a su mujer Rafael Amargo junto a su mujer Luciana Bogniano | Gtres

Del mismo modo, ha agradecido también el apoyo de su mujer este tiempo y ha dicho que ahora tiene muchas ganas de abrazar a sus hijos y de "empezar de cero".

"Si hay un altar es el que se merece ella porque no ha faltado ni un solo día", añadía sobre su mujer. "Ahora lo que quiero es abrazar a mis hijos, que ellos han sufrido muchísimo" ya que "son tres años y medio comiéndome un marrón".

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