LO CUENTA EN 'EL HORMIGUERO'

La palabra que desató el fin de la relación entre Tamara Falcó y las diseñadoras de su vestido de novia: "Fue súper duro"

Tras días de muchas especulaciones sobre qué era lo que realmente habían ocurrido entre Tamara Falcó y las diseñadoras de su vestido de novia, Saioa Goitia y Sofía Arribas, de la firma 'Sophie et Voilà', la marquesa de Griñón decía contar todo lo ocurrido durante su colaboración en 'El Hormiguero' este jueves. Al parecer, fue una palabra que utilizó Tamara lo que desató todo el conflicto...

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Tamara Falcó ha aparecido un día más en el plató de 'El Hormiguero' y como no podía ser de otra manera ha hablado sobre la polémica que hay sobre su vestido de novia. La colaboradora se ha mostrado muy sonriente y ha contado desde el principio cómo ha surgido este problema con la diseñadoras de la firma que había elegido en un primer momento.

"Empezamos con estas diseñadoras y yo tenía en mente un vestido que ya había visto" explicaba, hablando del vestido que vio para su hermana cuando esta se iba a dar el 'sí, quiero' con Fernando Verdasco. "Estas chicas vinieron a casa de mi madre y me dijeron que les encantaba esta inspiración" añadía. A partir de ahí, todo correcto.

Fue cuando ella misma expresó la palabra 'inspiración', para referirse al vestido que ya tenía en mente, cuando comenzaron los problemas, ya que la segunda vez que se reunió con las modistas "el vestido había cambiado completamente". "No me veía con ese vestido porque tenía unos volúmenes que no eran" añadía porque "fue todo súper incómodo y a partir de ahí, todo mal".

"Fue súper duro" ha asegurado Tamara, ya que además en esa segunda reunión estaba su madre, Isabel Preysler, y su hermana, Ana Boyer, que fue la única que le aplaudió la elección. La colaboradora ha hablado de silencios incómodos en dicha reunión porque el vestido había cambiado por completo, tanto es así que cuando se lo probó "dije 'no es el mío'".

Tamara ha querido aclarar que ella no tenía un contrato con la firma para los vestidos de novia, sino "por el contrato de imagen en global" que duraba un año prorrogable a dos. También ha explicado que sus abogados "pusieron que si a mí no me gustaba el vestido, no me tenía porqué casar con ese vestido" y entonces, cuando "se empezó a torcer la cosa, fue todo muy desagradable" porque "me desanimé" y cuando ya estaba muy triste con todo esto, su abogado le preguntó si le gustaba el vestido y ella contestó un "no" rotundo.

"Lo siguiente que sé es el comunicado de prensa" ha añadido, dejando a entrever que se enteró de que rompían la relación laboral por la prensa. "Lo que no me iba a casar es con un vestido de novia que no me gustaba" ha asegurado la colaboradora y ha mostrado su enfado porque "se han dicho cosas horribles que están en manos de mis abogados ahora mismo".

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