Así fue la boda de Eme de Amores y Muna: vestido de Vivienne Westwood, estética Las Vegas y guiños personales

Desde que anunció su compromiso con Muna, sabíamos que la boda de Eme de Amores no iba a ser una más. Ni vestidos blancos al uso, ni centros florales neutros, ni un banquete tradicional. La pareja de creadores de contenido celebró su gran día el pasado fin de semana en Granada con una ceremonia que ha sido, sin duda, la más original que hemos visto en mucho tiempo. Te contamos todos los detalles.

Un vestido de novia muy difícil de conseguir

Eme se casó con un diseño de Vivienne Westwood, una de sus firmas favoritas. Un vestido largo, estructurado y con bata, cuya compra no fue precisamente sencilla. "En Vivienne Westwood es casi igual de complicado comprarte un vestido que un Birkin de Hermès", nos contaba antes del enlace.

Tuvo que intentarlo tres veces hasta que finalmente, en Milán, consiguió su soñado vestido. La última prueba se convirtió además en un viaje familiar que recordará toda su vida: su madre, su hermana y Muna aprovecharon también para comprar sus looks para la boda.

El espectacular vestido fue combinado con unos zapatos de LOEWE que en el tacón contenían una rosa.

El segundo vestido

Para la segunda parte de la fiesta, Eme optó por un diseño de Alberto Batres, diseñador madrileño con el que comparte sensibilidad creativa. Blanco, con corsé, lazo de color rojo y con mangas y cola desmontables, estaba pensado para bailar, disfrutar y hacer un cambio total de energía tras el banquete.

"Al final me quedo con un vestido palabra de honor, súper tupidito, y con el que haremos un segundo baile muy especial inspirado en Pulp Fiction", nos adelantó.

El traje y los zapatos de Muna

El traje del novio fue un secreto hasta el último momento, incluso para la propia Eme. Solo sabía que se lo estaba haciendo Nacho Lamar, un sastre aragonés conocido por sus creaciones irreverentes y conceptuales. Uno de los detalles más comentados del look de Muna han sido sus zapatos: una edición limitada de la línea Purple Label de Polo Ralph Lauren, en colaboración con los Yankees de Nueva York, con el logo del equipo bordado a lo grande. "Sé que eso va a causar revuelo: o te encanta o lo odias", bromeaba la novia.

Temática Las Vegas, estética kitsch y mucho color

Todo el diseño gráfico y el ambiente de la boda se inspiró en la ciudad donde Eme y Muna se casaron meses antes: Las Vegas. "Nos enamoramos tanto de la ciudad que quisimos que toda la boda tuviese ese rollo kitsch que nos encanta", explicaba. Así, los colores principales fueron el rojo y el rosa, presentes en menús, cartelería, invitaciones, photocalls e incluso las gorras personalizadas que regalaron a los invitados. En ellas, dos ángeles con gorra decoraban el frontal, mientras que en el lateral podía leerse: "Lo que une LinkedIn, que no lo separe nadie", Porque sí, Eme y Muna se conocieron a través de esa red profesional.

Baile con mariachis

El primer baile de novios fue una ranchera, cantada en directo por mariachis, como homenaje al abuelo de Eme y a una tradición familiar que siempre ha estado presente en sus celebraciones. Después, llegó el segundo baile, más informal, con el cambio de vestido y la famosa escena de baile de Uma Thurman y John Travolta como inspiración.

Muchos guiños a su historia

El ramo también tuvo una historia personal detrás. Cuando apenas llevaban dos semanas saliendo, Eme y Muna se regalaron —sin saberlo— lo mismo por Navidad: un ramo de flores de LEGO. Algunas de esas flores formaron parte del ramo nupcial, que Eme preparó ella misma junto a una floristería local.

La boda se celebró en Granada, y allí quisieron rendir homenaje a la ciudad con detalles artesanales. En Cerámicas Albayzín les hicieron a mano unos imanes personalizados como recuerdo para los invitados. Junto a la gorra, fueron los dos obsequios que se llevaron los asistentes.

Una boda con sus propias creadoras de contenido

Eme quiso disfrutar del momento sin preocuparse de grabar nada, por eso contrató a dos creadoras de contenido que se encargaron de documentar todo el día, desde que se levantó hasta que se acostó. La acción comenzó en la casa grande de su madre, un hogar de 200 años que Luisa Bolívar ha ido rehabilitando y compartiendo en redes. Allí fue donde Eme se preparó, rodeada de su familia y con la emoción de empezar una nueva etapa.

Una boda única, original, llena de historias personales y con un estilo inimitable. Como la pareja que la protagonizó.

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