Vermuteando, que es gerundio
Siete templos del vermut en España
El vermut vive una segunda juventud. Una costumbre tan tan nuestra que parece mentira que le hubiéramos puesto los cuernos por los vinos o las cañas. Con el revival vermutero, te hablamos de siete templos a los que peregrinar.
Publicidad
La hora del vermut del domingo hace un ¡ting! en nuestra cabeza que nos lleva a un pasado de mediodías en familia entregadas al aperitivo. El vermut vuelve, sí, en su doble acepción de bebida de vino macerado en hierbas y botánicos, y en su carácter de momento para la reunión con amigos y congéneres. Hemos cogido por banda el libro Teoría y práctica del vermut, de Josep Sucarrats, Sergi Martín , Miguel Ángel Vaquer y Javier Sánchez Castro (¡ejem!) como adaptador al castellano y ampliador de la edición nacional y hemos elegido siete templos para tomarse un vermut. Porque sí.
Museo del vermut de Reus. Esta localidad catalana está considerada como la capital del vermut, ya que muchos de los que más se consumen en nuestro país se producen allí. Por ello, a nadie le sorprende que haya un museo dedicado a esta bebida. No solo es un espacio expositivo, claro. También cuenta con su propia vermutería, donde hay muchas variedades para probar. Por supuesto, muchas ellas, de Reus.
Museo del vermut. Vallroquetes, 7. Reus. Teléfono 977 34 23 12.
Espinaler. En Vilassar de Mar está uno de los locales que para los aficionados al vermut son parada obligada. No es porque sí: en L' Espinaler preparan su propia salsa, comercializada desde los años 70, para acompañar sus conservas que ya poseen la categoría de míticas. En este ecosistema tan majo, tomarse un vermut es casi obligado.
Espinaler. Camí Ral, 1. Vilassar de Mar (Barcelona) Teléfono 937 591 589. www.espinaler.com
Casa Camacho. Malasaña, con su mezcla de vecinos de toda la vida y de modernos a la caza de la autenticidad, tenía que ser, por fuerza, epicentro del renacimiento del vermut. Por eso, no sorprende que el lleno en Casa Camacho, uno de los bares de referencia de toda la vida, sea diario. Ojo con sus yayos, que añaden ginebra a nuestra bebida predilecta.
Casa Camacho. San Andrés, 4. Madrid. Teléfono 915 31 35 98.
La Paloma. Oviedo tiene un ambiente dominguero en el que da gusto sumergirse y una de las paradas obligatorias de la ruta a mediodía es La Paloma. Aquí llevan elaborando su propio vermut solera desde 1900 y lo almacenan en unas características barricas de madera. Lo suyo es tomar el vermut acompañado de una ración de gambas a la gabardina, porque aquí las clavan.
La Paloma. Independencia, 3. Oviedo. Teléfono 985 23 53 97.
El Rinconcillo. No incluimos El Rinconcillo de Sevilla únicamente por su antigüedad (dicen que abrió sus puertas en 1670 y que eso lo convierte en el restaurante más antiguo de España), sino por su barra donde se vermutea bien a gusto. Su estética, ya no vintage sino lo siguiente, nos parece el marco ideal para apurar un vermutito con sifón y acompañarlo de unas pavías de bacalao.
El Rinconcillo. Gerona, 40. Sevilla. Teléfono 954 22 31 83.
Estoril. Hay que ser más chulo que un ocho para llamar al vermut, simplemente, marianito. Para los novatos en esto, hay que aclarar que no nos estamos refiriendo a nuestro presidente del gobierno de forma cariñosa y bizarra: no, es la denominación que dan en el País Vasco al vermut preparado con ginebra, angostura o lo que cada uno quiera añadirle. En Bilbao, el Estoril presume de prepararlos muy muy bien y de acompañarlos con una selección de delicias en barra de quitarse el sombrero. Maravilla que se puede acompañar de un generoso plato de rabas.
Estoril. Plaza Emilio Campuzano, 3. Bilbao. Teléfono 944 41 10 33.
Victoria. Nacida hace poco más de un año, la vermutería Victoria es ya un clásico del tapeo burgalés (y en Burgos se tapea, y mucho). Nacida como vermutería explícita, hace proselitismo de nuestra bebida favorita con su propia versión casera y las marcas de referencia, desde Martini a Martínez Lacuesta. Además, una buena selección de pinchos para acompañar. Los domingos, hay ambientazo.
Victoria. Plaza del Rey San Fernando, 2. Burgos.
Publicidad