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Un concurso de pintxos diferente

Un falso calçot, ganador del primer concurso de pintxos Santutxu Pintxotan

La taberna Baztertxu ha ganado en la primera edición de este certamen celebrado en el barrio de Santutxu. Tiene mérito: tienen una cocina de tres metros cuadrados, dos fuegos y un microondas. Y mucha imaginación.

Este falso calçot acabó llevándose el gato al agua en el concurso.

Este falso calçot acabó llevándose el gato al agua en el concurso.Eneko Sukaldari

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Santutxu es el barrio con más densidad de población de Europa (sólo podía ser un barrio de Bilbao, ya sabéis como las gastamos aquí), cerca de 44.000 vecinos que se han implicado y han puesto su granito de arena junto a los 44 bares participantes, los patrocinadores y los comercios locales que se han volcado también en este proyecto, todos juntos empujando han conseguido dejar tan buen sabor de boca de esta primera edición de Santutxu Pintxotan que acaba de terminar, que ya se demanda una segunda edición.

La oferta gastronómica del concurso ha sido muy variada, algunos bares han hecho un gran esfuerzo y han presentado pintxos creativos, originales y de gran calidad; dignos candidatos a estar en la final, ha sido un auténtico disfrute gastronómico que ha durado tres semanas durante las cuales miles de personas han recorrido el barrio rutero en mano saboreando deliciosos pintxos y coleccionando sellos para poder participar en el sorteo de un montón de premios donados por patrocinadores y comercios del barrio, el rutero incluía en su parte trasera un detallado mapamundi  de Santutxu para facilitar el callejeo a la gente de fuera del barrio.

Todos los ingredientes eran libres, pero debía contener productos 'slow food' (sostenibles) como la sal de Añana que era un ingrediente  común en todos los pintxos, cebolla morada de Zalla, productos de caserío… Uno de los ingredientes más repetidos ha sido el bacalao, aunque también hemos podido degustar pintxos con carne, pulpo, verduras…, hasta txangurro.

La primera criba que daba el pasaporte a la final fue realizada por 15 de los mejores blogueros gastronómicos de Euskadi, que se dividieron por las 6 zonas del concurso para catar y evaluar cada uno nueve pintxos, una vez contabilizadas las valoraciones se decidió quienes eran los 10 pintxos que acudirían a la final del Hotel Gran Bilbao, donde se citaron algunos de los mejores chefs de Bizkaia: Aitor Elizegi, Javi Izarra, Paul Ibarra, Hung Fai, Arkaitz Arostegi, Aitor Blanco o José Miguel Olazabalaga, lamentablemente tuvimos que excusar la ausencia de dos chefs con estrellas Michelin por indisposición y motivos familiares.

La gran final empezó con un networking 'slow food 'en el que tomaron parte los hosteleros del barrio y todos los patrocinadores, donde se pudieron degustar los mejores productos y hacer productivos contactos. Este acto dio paso a la final con el periodista bilbaíno Dicky del Hoyo como conductor y donde los 10 finalistas cocinaron sus pintxos y los presentaron al jurado que los degustó y anotó sus valoraciones, el momento de la deliberación que fue unánime y proclamó txapeldun a Baztertxu taberna (con su pintxo falso calçot con brandada de bacalao y salsa chipotle). En la categoría popular había otros tres premios que se otorgaron a: Bar Alesandra (pintxo favorito del público), Bar Santutxu (pintxo más original) y Taberna Mikel (barra más simpática).

Además del pintxo ganador, en el concurso pudimos disfrutar entre otros: mini hamburguesa de boletus; salmorejo con ventresca, cecina y galleta de parmesano, secreto ibérico, piquillo relleno de txangurro; bacalao al pil pil con hongos; brandada de bacalao con calabaza, yuca y huevo; calamar relleno con salsa de cerveza Guinness, lasaña de foie, patata rellena de atún con langostino, crepes relleno de frutos del mar y tocineta… y la originalidad no sólo estaba en la cocina, también en los imaginativos nombres de algunos de los pintxos: Euskandalus, el beso del escorpión, mar y monte al pil pil, huevos de Rafa, al tuntún, txapela de foie, fondo de bikini, la hostia de bonito, calamar cervecero….

El hecho de que el pintxo ganador haya sido elegido de forma unánime por siete reputados y experimentados chefs confiere aún más valor a la victoria, el pintxo del Baztertxu lo tenía todo para ganar: producto, imaginación, sabor, armonía y equilibrio. Desde hace ocho años, Pablo Arciniega se encuentra al frente de esta pequeña taberna de Santutxu (puede que una de las más pequeñas del barrio, un romántico enamorado de su profesión y del buen rock con el que obsequia cada día a sus parroquianos, es curioso ver como los txikiteros potean a ritmo de blues, rock & roll o del jazz más sofisticado; la buena música es un valor añadido a su gloriosa barra de pintxos y su acertada selección de vinos. Las paredes de esta taberna rezuman la historia de Santutxu, portadas de periódicos, fotos antiguas, deportistas locales… y ahora también luce con orgullo la txapela de campeón de la primera edición de Santutxu pintxotan.

Pero el Baztertxu no sólo es un bar de potes desde que se incorporó como cocinero Juan, un experimentado cocinero que ha trabajado cuatro años en el Etxanobe, además de reforzar  la oferta de pintxos del bar empezaron a dar comidas para grupos muy reducidos previo encargo y a puerta cerrada, auténticos festines donde el protagonista absoluto es el producto de temporada tratado con el máximo respeto. Para Pablo y Juan trabajar en petit comité tiene un velo de romanticismo  que les permite disfrutar de lo que hacen al máximo y establecer un vínculo muy especial con sus clientes entre los que se encuentran algunas celebridades bilbaínas. Su oferta es amplia y para los clientes que repiten procuran ofréceles platos diferentes en cada visita: Vichyssoise de bacalao, gazpacho del Baztertxu, carpaccio de bonito del norte con mojo verde… , todo un mérito para un establecimiento con una cocina de tres metros cuadrados que no tiene horno y que tan sólo dispone de un microondas y dos fuegos. Visita recomendada.

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