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Sí, también pueden ir bien con un tinto o un blanco

Estas comidas también admiten una copita de vino

¿Con qué vino va bien una tarta de manzana?, ¿y una tempura japonesa? Sometemos a las leyes del maridaje a algunas comidas que nunca acompañamos con una botellita.

Claro, la pizza también puede ir con vino.

Claro, la pizza también puede ir con vino.Wikipedia

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"No consigo soportar a aquellos que no se toman seriamente el vino" decía Oscar Wilde, pero es que a veces nos lo tomamos tan en serio que no conseguimos disfrutarlo siempre, marginándolo de nuestras comidas más informales. ¿Hamburguesa y cola? ¿Pizza con cerveza? Vamos a proponer buenos entendimientos entre comidas que se nos olvida maridar con vino, como por ejemplo el helado y el apetitoso 'frozen yogurt', la tarta 'tatin', ; las sopas; una tarde de palomitas en el sofá; el 'tabuleh', la tempura y el ahora imprescindible ceviche… ¡Todo aquello que con tanto gusto comemos y que nos gustaría acompañar también con una buena copa de vino!

Para la tarta de manzana lo mejor es un vino blanco dulce igual que con la exquisita sacher austríaca. Con el  helado… ¡depende de su sabor! Para el clásico de vainilla y chocolate un moscatel y para un 'frozen yogurt' va mejor un tinto dulce, como una buena garnacha soleada del Priorato.

Con la sopa lo mejor es el vino blanco muy seco como el xarel·lo del Penedès. ¿Sábado de pizza? Son de origen napolitano, constituyen la imagen de Italia  y se popularizan mundialmente después de la Segunda Guerra Mundial. Su base de mozzarella o tomate con ingredientes que van desde el pescado a la carne harán que marquen su armonía con distintos tipologías de vinos: blancos, rosados o tintos.

El tabuleh, de origen libanés, típico de Oriente Medio y que tan bien sienta en verano, se goza aún más con sus trozos de pepino y pimiento con un vino blanco con cuerpo y de alcohol moderado. Para el ceviche peruano con base de pescado con limón, cebolla y la picante salsa ají, lo mejor será un vino blanco de moderada estructura, con buena graduación, con buena acidez y aromas tropicales, así que un chardonnay de navarra haría un gran maridaje internacional.

La delicada 'tempura' japonesa que nos deja la persistente sensación de dulzura a la vez que oleica acoge un vino aromático de medio cuerpo con intensos aromas a fruta ¿Nos atrevemos con un sauvignon blanco o verdejo de Rueda? Y con una macedonia de fruta una botella de Moscato de Asti del Piamonte con apenas cinco grados es una delicia que acarícia el paladar. Cine en casa con palomitas caseras y un cava rosado ¿por qué no?  ¿Quedaré mal si pido una hamburguesa con kétchup y un Rioja con maceración carbónica? Nos preguntamos. El vino se ha hecho para disfrutar y si lo sabes hacer bien, la armonía será genial! Así que ande yo caliente… ¡Ríase la gente!

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