No la tomes si no la necesitas
¿Engorda menos la leche sin lactosa?
La respuesta es NO, no engorda menos, ni siquiera te ayuda cuando tu objetivo es la pérdida de grasa. Si no presentas ningún problema en la digestión de la lactosa no tendría justificación que la consumieras.
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Veamos qué es exactamente la lactosa y por qué ha surgido este producto:
La lactosa es el azúcar presente de manera natural en la leche, es un disacárido, esto quiere decir que está compuesto por dos monosacáridos. Imagina las piezas de un puzzle, cada pieza es un monosacárido, cuando se unen dos, hablaríamos de disacárido.
El azúcar común de mesa, el de los terrones y sobrecitos, es un disacárido, compuesto por glucosa y fructosa. La lactosa es otro disacárido, compuesto este por galactosa y glucosa. Absolutamente todos estas unidades de azúcar (en nutrición, llamamos azúcares a todos, no únicamente al azúcar de mesa, ese para nosotros es sacarosa) tienen exactamente las mismas calorías. Ahora estaréis pensando que si a la leche quitamos su “azúcar” será mejor, pues resulta que la leche sin lactosa, contiene esa lactosa ya dividida en sus dos unidades básicas, la galactosa y la glucosa. Por tanto contiene la misma cantidad de azúcar.¿Y para que se incluye la lactosa “cortada” o digerida? Pues porque algunas personas no producen la “tijera” que se encarga de digerir esta molécula, la lactasa, es decir no pueden “cortar” la lactosa en sus azúcares básicos como hace el cuerpo con todo, descomponer y descomponer. Para estas personas, la lactosa llega entera al intestino y dándose un festín ciertos microorganismos intestinales, produciendo gases y malestar. Si se añade esa encima para digerirla, ahorramos eso al organismo de las personas que no pueden hacerlo y por tanto su malestar, pudiendo tomar leche como los que sí la pueden digerir.
Una vez explicado esto, quizá veas menos sentido a comprar leche y productos lácteos “sin lactosa” sino los necesitas. ¿Qué ocurre? Que si digerimos la lactosa bien pero dejamos de consumirla o lo hacemos ya digerida a través de lácteos de este tipo, nuestro organismo dejará de “fabricar tijeras que corten la lactosa” y cuando un día tomemos algo con el disacárido completo pueden darnos algo de malestar, normalmente sin mayor relevancia.
Curiosidades sobre la leche sin lactosa:
Puede tener mayor sabor dulce, porque la galactosa y la glucosa por separado, tiene mayor poder endulzante que unidas en la lactosa. Por eso en algunas personas a las que recomiendo dejar de consumir azúcar y edulcorantes usar esta leche puede ser una opción.
Otra curiosidad es que tiene mayor índice glucémico consumida sola, es decir, esos azúcares, al ser unidades más pequeñas podrían pasar antes al torrente sanguíneo siendo asimilados con mayor velocidad, esto en ocasiones puntuales como tras un entrenamiento en deportistas en el que se quiera recuperar rápidamente podría tener algún interés.
En conclusión, si decides tomar leche y no presentas intolerancia a la lactosa, consume la que quieras, pero con esta información, valora si necesitas gastar más dinero en este tipo de productos. Si es por placer, adelante.
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