Diez platos fáciles y divertidísimos (que puedes hacerte en casa)

Las flores del mal
No se sabe si son monísimas o terroríficas, pero en cualquier caso molan. La cosa es sencillísima: apio para el tallo, perejil para las hojas, espinacas para los pétalos y un señor tomate en el centro. La boca la elaboramos con zanahoria, los dientes (nuestra parte favorita, sin duda) con maíz, los ojazos a base de pepino y oliva y ya la tendremos lista. ¡Es una ensalada! Adorable, eso sí.

El mar, el mar...
Y de nuevo una ensalada creativa, alejada del clásico bol con brotes de colores y unos cuantos tomates cherry. No te va a costar nada hacerla y va a enamorar hasta al más insensible. Un pez con cuerpo de zanahoria (debajo, lo que quieras: arroz, cuscús...), atún para el cuerpo y la cola, unos maíces como burbujas y unas sardinitas que nadan felizmente junto a nuestro pescado. Y más: una olivita como ojo y después vamos a crear una especie de arrecife de coral vegetal con mejillones, lechuga, tomate cherry y espárragos. Un plato encantador, ¿no creéis?

El gusano de seda
Poco podemos explicar sobre esta ensalada frutal que constituye un postre ideal, saludable y rico que seguramente va a entusiasmar a los más pequeños si lo presentas en forma de gusano. Vale, es verdad, y a los que no somos tan pequeños también.

El ogro filantrópico
El bagel siempre ha sido un ingrediente que da mucho juego a la hora de crear formas increíbles. Por ejemplo, este ogro buenrollista levemente calvorotilla con sus dientecillos de queso, sus cejas de cebolla, sus orejas de tomate, sus ricitos de escarola y el blanco de los ojos, claro, de queso de untar.

Cyrano de Bergerac
Seguimos con el bagel, en esta ocasión en forma de otro curioso personaje que tiene dos huevos fritos por cabeza, un par de olivas negras pequeñas como pupilas, unas hojas de albahaca de cejas, tomates cherry en forma de orejas y una loncha de pavo como narizota. No entendemos muy bien los perejiles en las orejas, pero compramos, sin duda.

El muñeco de nieve
Facilísimo, ¿verdad? Un muñeco de nieve en un curioso paisaje formado por verduras de diferente índole nos va a permitir hacer un plato creativo sin pensar demasiado. Cogemos las verduras o acompañamientos que se nos ocurran y los disponemos alrededor de nuestro muñeco, que habremos confeccionado previamente con arroz y zanahorias.

Sobre héroes y tumbas
Te vas a remangar y vas a encerrarte en la cocina a preparar un guiso de carne. De acopañamiento, vas a olvidar las clásicas patatas para servirlo con arroz. Pues simplemente tienes que crear unos muñecotes de este estilo con bolas de arroz y sumergirlos en el guiso. No tenemos claro si representan tumbas, bañeras o qué, ni de que se ríen los susodichos. Solo sabemos que nos morimos de ganas de hincarles el diente.

El Gatopardo

Este lindo gatito no es más que una pizza. Alégrate el día, y alégraselo especialmente a los más pequeños de la casa, con un mínimo esfuerzo.

Alguien voló sobre el nido del cuco
Espaguetis con albóndigas, ni más ni menos, un pico de zanahoria y unos ojitos adquiridos en una tieda de chuches (o arrancados a algún muñeco, sí). Y tendremos un plato total.

De ratones y hombres
Este ratón monísimo con orejitas de butifarra, cola a elegir (un brote de soja podría funcionar) y ojitos elaborados con Juanolas, por ejemplo, con un hocico de miniaceituna es ideal. Ponlo a descansar sobre una galleta salada, alguna tosta o el pan que te guste y tendrás un aperitivo la mar de resultón.