Decálogo del pícnic perfecto (con vino)

1- Mejor que las copas estén en la caja en que venían para que no piquen entre ellas y no se rompan.

2- No te olvides del sacacorchos. Es una situación dramática cuando tienes ganas, la botella llena y no puedes abrirlo. Como en avión te lo quitan porque puede ser utilizado como arma y es fácil que te lo robe tu amigo con profesión frustrada de camarero, escoge los tapones de rosca.

3- Si no tienes nevera portátil no saques el vino del cartón, que al menos hace de aislante térmico. Y si estás en la montaña, con el fresco, ponlo fuera al fresco en la sombra o, en invierno, clávalo en la nieve a modo de cubitera.

4- Tapa bien las botellas que no te has acabado con un tapón especial. No será la primera vez ni la última que se manchan las maletas. Recuerda por si acaso que las manchas de vino tinto se van con vino blanco. Lo ideal sería consumirlas cuando llegues a casa por la noche o hacer el vacío con una bomba para quitar el oxígeno y consumir la botella como máximo al cabo de un par de días.

5- Un identificador de copas puede servir para que cada uno en la fiesta sepa cuál es la suya y no os vayáis pasando los microbios.

6- Si se puede, es interesante que el mantel sea blanco, ya que se podrán apreciar mejor el color del vino y sus reflejos.

7- Con las olivas, frutos secos, chips y la tortilla de patatas puedes abrir un espumoso de método tradicional (el mismo con el que se elabora el champán) que te abrirá el apetito ¿Has probado nuestro espumoso chileno? Recuerda guardar su placa como recuerdo. Si sale en forma de seta, es que hace poco de su degüelle, si sale en forma de T es que hace tiempo que estaba esperándote. Lo ideal es tomarlo de 6 a 8 grados ¡Esperemos que hayas podido comparar hielo en una gasolinera cercana y que tengas una cubitera en el coche!

8- Para los blancos, que tienen que estar sobre unos 10-12 grados, lo mejor es servirlos poco a poco y combinarlos con ensaladas de cítricos. Estando en el campo lo mejor es que hagas una sesión de aromaterapia completa y escojas variedades que tengan aromas de flores blancas, fruta fresca y hierbas silvestres como el gewürztraminer, el sauvignon blanc y el moscato.

9- Cuando llegue el anochecer, unos quesos con un tinto joven te tranquilizarán el espíritu…. ¡Es un maridaje fácil, portátil y gourmet!

10- Y el mejor consejo es que después de una comida (y bebida) al aire libre puedas descansar gozando de una merecida siesta en una hamaca colgada de unos árboles.