¡A Comerse Madrid!
Abiertos en agosto: ruta por Retiro, la nueva zona de moda de Madrid
Retiro empieza a conocerse por foodies y hedonistas gastronómicos como la ‘Latina chica’. La tradicional zona de tapeo madrileña vive un nuevo momento dorado con la apertura de nuevos locales y la renovación de bares de toda la vida y los paladares castizos han adoptado el barrio como nuevo territorio del tapeo gourmet para los domingos.
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O'GRELO (Menorca, 39)
Renovado hace unos años, en la barra de O'grelo la clientela veterana se mezcla con la nueva en un ambiente desenfadado y moderno donde disfrutar de una carta informal y divertida que no pierde la esencia de su cocina. Raciones de siempre, tapas que varían en función de la temporada y otros caprichos con acento gallego (ojo a la degustación de ostras). Todo ello acompañado de gran variedad de vinos por copas. En el comedor de mesa y mantel, un servicio cercano y personalizado nos presenta el tratamiento de una materia prima de primer nivel para respetar siempre el sabor y frescura que avalan la reputación del restaurante abierto por Adolfo Escobar hace tres décadas y actualmente dirigido por sus hijos. En el plato está siempre el mejor marisco (centollos, zamburiñas, nécoras, percebes, almejas, y por supuesto pulpo) y la mejor carne gallega en recetas propias de la cocina de esta tierra, empanada, lacón, y deliciosos arroces, caldos y platos de cuchara apetecibles en cualquier época del año.
CASA DE FIERAS (Av. Menéndez Pelayo, 15)
El nombre del antiguo zoológico del Retiro sirve para bautizar a este bar-restaurante inspirado en la cocina navarra de corte cosmopolita, que en su día fue un antiguo taller de encurtidos. Las verduras de la Ribera son las grandes protagonistas de sus dos cartas (la de barra y la del salón, un espacio cálido y con estilo), aunque también triunfan los pescados y los platos de montaña. La pata de pulpo con patata de violeta y trufa, el confit de pato asado o el carpaccio de atún con jengibre, sésamo y avellanas son un must para los asiduos a sus concurridas mesas. Los fines de semana reinan clásicos tabernarios de Madrid, entre ellos la ensaladilla rusa, que aquí se llama ‘de fieras’ y que tiene un ligero toque picante de salsa sriracha. A esta Casa de Fieras le sobra clase y buenas intenciones.
CONDUMIOS (Juan de Mena, 12)
Al otro lado del Retiro, a escasos metros del Paseo del Prado, Condumios Taberna se ha hecho fuerte en el difícil mundo del tapeo madrileño gracias a su maestría para mezclar los sabores y la autenticidad de los bares de antaño con la informalidad de los locales de hoy. El resultado es una carta de producto de temporada y elaboraciones sencillas de las de mojar pan, regadas con una selección de vinos más que interesante. Este verano han pensado un delicioso menú en el que la materia prima de calidad se convierte en protagonista de una propuesta especialmente creada para combatir las altas temperaturas de la capital. Tres entrantes, un principal y un postre, con una refrescante jarra de sangría elaborada siguiendo la receta secreta del restaurante para acompañar. Conviene dejar hueco para su cremosa (y famosa) tarta de queso de cabra y salsa de naranja.
SA BRISA (Av. Menéndez Pelayo, 15)
El desembarco en Madrid de este restaurante de marcado espíritu ibicenco que acaba de abrir sus puertas en plena milla gastronómica capitalina está cargado de propuestas que transportan hasta la Isla Blanca en cada bocado. Su chef ejecutivo, Gonzalo Aragüez, trae a la península una cocina de raíces, fiel a los sabores y materias primas autóctonas, pero también experimental e innovadora (atención al hot dog de calamares y a los churros de yuca, con espectaculares emplatados). Con dos espacios diferentes, barra y sala, Sa Brisa se ha propuesto convertirse en referente de la cocina ibicenca en Madrid. Carta, producto, servicio, ambiente y factor sorpresa en un barrio con un paladar muy exigente. Papeletas no le faltan, y que esté situado junto al metro Ibiza no es casualidad. Sólo faltan las vistas al mar.
TABERNA PEDRAZA (Ibiza, 38)
La singularidad de Taberna Pedraza radica en la calidad, la exquisitez, la pasión y la honestidad. Su cocina vuelve al origen para recordar los sabores de siempre con una técnica depurada y una materia prima excepcional. Esta taberna que es ya una de las imprescindibles de Madrid, es una apuesta segura en nuestra ruta de tapeo por la ‘Latina chica’. Su indescriptible tortilla de Betanzos es pura artesanía, el resultado de una minuciosa técnica a base de prueba y error ejecutada por Carmen Carro, cocinera y artífice del proyecto. Desde su apertura en 2015 se han servido más de 35.000 tortillas. La cifra se puede ver en el divertido contador de tortillas que hay en la sala. Las croquetas, cremosas por dentro y crujientes por fuera, son otro de sus grandes hits. También las bravas, la ensaladilla, los mejillones tigres, las alcachofas suaves en flor, los callos de ternera estofados, la chistorra de Lasarte y las carnes de Vaca Vieja de Lyo. Platos de toda la vida, sin florituras, que apuestan únicamente por el sabor.
LA RAQUETISTA (Doctor Castelo, 19)
Ya han pasado casi tres años desde que La Raquetista abrió sus puertas en el gastronómico barrio de Retiro para competir con las barras y comedores más concurridos de la capital. Llegó tímidamente con sus cinco mesitas y su acogedora barra y pronto se ganó la confianza de parroquianos y foodies de la zona. Tres años de torreznos, patatas bravas, garbanzos con butifarra negra y foie, buñuelos de bacalao y sabrosos y diferentes currys, entre otros platos ricos que han posicionado el refugio de Javier Aparicio como una de las mejores barras del barrio. El secreto es un ambiente tabernario auténtico y muy madrileño que se ve plasmado en platos que rinden culto a los mejores y más curiosos productos que ofrece Madrid y sus alrededores.
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