PROTEGE TU PIEL
¿Qué le ocurre a tu piel cuando viajas en avión?
Viajar en avión puede resecar, irritar y envejecer tu piel si no la preparas adecuadamente. La falta de humedad, la presión baja y el impacto de los rayos solares afectan más de lo que imaginas. Te contamos todo lo que debes hacer antes de despegar para aterrizar con buena cara.

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Subirse a un avión siempre tiene algo especial: encajar la maleta, buscar tu asiento, abrocharte el cinturón y, por unos minutos, desconectar de todo pensando en lo maravilloso que será tu viaje (o en la tristeza de que ya se ha acabado). Sin duda, es emocionante, aunque a veces también agotador.
Entre escalas, horas de vuelo y cambios de rutina, solemos pensar en todo menos en la piel. ¿Alguna vez te has preguntado qué le pasa a tu piel cuando viajas a más de mil kilómetros de altura? Ella también viaja contigo de forma silenciosa y, si no la cuidas antes de despegar, te lo hará notar al aterrizar. Por eso, una buena rutina cosmética pre-vuelo no es solo un capricho: es casi una necesidad.
¿Debo usar cosméticos antes de subir a un avión para evitar daños en la piel? Sí, el avión puede pasarle factura a tu rostro: deshidratación, granitos o envejecimiento prematuro. La buena noticia es que prevenirlo está en tus manos.

Sequedad y deshidratación
Durante un vuelo, la humedad en la cabina cae en picado, manteniéndose entre un 20 % y un 30 %, lo que provoca una pérdida acelerada de agua en la piel. Por eso, es habitual notar la piel mucho más tirante, irritada o incluso con un aspecto más apagado. La baja presión atmosférica tampoco ayuda, es más, promueve la falta de humedad en tu rostro.
A esto se suma el estrés del viaje y los cambios de rutina, que también afectan negativamente a tu barrera cutánea. Por todos estos motivos, es fundamental preparar la piel antes de volar con una rutina de hidratación intensa, bebiendo suficiente agua y con algún que otro producto.
En el caso de los cosméticos, puedes aplicar un sérum con ácido hialurónico para una hidratación profunda y luego sellar el efecto con una crema hidratante que la proteja y nutra. Si buscas un consejo extra, evita maquillarte justo antes del vuelo. Tu piel te va a agradecer respirar libremente en este ambiente cargado.

Aparición de granitos
Aunque el aire reciclado de cabina se filtra, la realidad es que, inevitablemente, la concentración de partículas siempre será superior a la del aire puro, especialmente en vuelos largos o con muchos pasajeros. Esta carga de impurezas también impactará en tu piel, favoreciendo la obstrucción de los poros y la aparición de puntos negros y granitos.
Para poder evitarlo al máximo, asegúrate de que la última limpieza facial antes del vuelo sea en profundidad, así como la primera al aterrizar. Puedes hacerlo con un exfoliante o un gel limpiador. Recuerda usar un tónico suave con ácido salicílico, por ejemplo, para cerrar los poros y prevenir brotes de acné. Y recuerda, ¡evita tocar tu rostro con las manos durante el trayecto!
Envejecimiento prematuro
Por último, aunque pueda parecer sorprendente, la exposición a los rayos solares durante un vuelo puede ser más dañina de lo que imaginas, contribuyendo significativamente al envejecimiento prematuro de la piel. A gran altitud, la atmósfera filtra menos radiación ultravioleta.

Esto significa que a través de las ventanillas del avión los rayos tienen la capacidad de penetrar mucho más en la piel, dañando el colágeno y la elastina, las principales fibras que mantienen la firmeza y elasticidad de nuestro rostro. Esta agresión continuada puede acelerar la aparición de arrugas finas, líneas de expresión e incluso manchas.
Por lo tanto, es fundamental aplicar protector solar con factor 50 en el rostro y el cuello antes de salir hacia el aeropuerto, incluso en días nublados. No te olvides de replicarlo cada cierto tiempo, especialmente en vuelos largos.
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