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HINCHAZÓN

¿Tienes el vientre hinchado? Podría ser del estrés (y no de la comida basura)

Tener la barriga hinchada no sólo tiene que ver con una mala alimentación. La culpa podría ser del cortisol, la hormona del estrés.

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Tanto el vientre hinchado como la grasa abdominal son molestias que tienen efectos negativos más allá de lo estético. A diferencia de otras zonas del cuerpo, la grasa acumulada en esta zona tiene numerosas contraindicaciones que afectan al funcionamiento del organismo, por lo que mantenerla a raya también es beneficioso para tu salud.

Si el botón de tus vaqueros no quiere cerrar de un día para otro, podría ser una señal de que hay algo que debes cambiar, ya sea en tu la dieta o en tu estilo de vida, ya que es muy probable que tenga que ver con el cortisol, la hormona responsable del estrés.

El cortisol, más conocido como la hormona del estrés, está producido por las glándulas suprarrenales, y su nivel aumenta cuando el organismo se enfrenta a una fase de fatiga física o psicológica.

¿Qué es el cortisol y qué tiene que ver con la hinchazón abdominal?

Se trata de una hormona muy importante en situaciones que el organismo percibe como de riesgo, porque es capaz de aumentar la presión arterial y hacer que los azúcares en sangre lleguen más rápido y más fácilmente.

Sin embargo, todos estos efectos del cortisol son positivos cuando su nivel se eleva como mecanismo natural de defensa contra un enemigo. Producida en exceso por causas como la ansiedad o el estrés generalizado, esta hormona hace que el azúcar aumente continuamente en la sangre y que el azúcar ofrezca resistencia a la insulina. Lo que conlleva a una inflamación que puede conducir a una disminución de las defensas inmunitarias, disfunciones en la glándula tiroides, sensación de ansiedad, nerviosismo e irritabilidad, disminución de sales minerales, acumulación de peso y, como consecuencia, vientre hinchado.

Vientre hinchado
Vientre hinchado | iStock

Una alta presencia de cortisol en el organismo también provoca una bajada de masa magra, lo que dificulta la pérdida de peso. El punto que más se ve afectado por la influencia negativa del estrés es el cinturón abdominal, debido al aumento de la grasa visceral.

Hay una razón para todo esto. Y es que la naturaleza corporal, en su absoluta perfección, responde al peligro acumulando reservas de grasa que garanticen la supervivencia. Pero la grasa abdominal, si no se consume como reserva energética, puede tener graves consecuencias para el sistema cardiovascular.

¿Por qué algunos días tengo la tripa hinchada y otros no?

La culpa de esto la tiene, también, el estrés. El sistema nervioso está asociado con el intestino. Y este, a su vez, es cómplice del cortisol. Por eso, las situaciones estresantes pueden desencadenar reacciones gastrointestinales no deseadas, como la hinchazón abdominal.

Los expertos coinciden en que existe un sistema nervioso asociado al intestino, cuyo funcionamiento depende del mismo tipo de neuronas y neurotransmisores que están presentes en el sistema nervioso central, como la serotonina (la hormona de la felicidad, justamente lo opuesto al cortisol).

Este sistema controla las evacuaciones intestinales para hacer que los alimentos ingeridos asciendan por el tracto digestivo mientras se conectan para la comunicación entre el intestino y el cerebro. Por lo tanto, si el estrés se acumula, la digestión se ralentiza para garantizar que la energía permanezca disponible a la hora de hacer frente a las razones que han provocado ese estrés.

Qué (no) comer para evitar tener el vientre hinchado

Para minimizar la hinchazón abdominal, lo primero que debemos hacer es limitar el consumo de alimentos que la favorezcan, como judías, brócoli, coles de Bruselas, repollo, coliflor, lechuga, manzanas, peras, pescado y cereales integrales.

El nivel de cortisol también se puede mantener bajo control mediante un aporte equilibrado de proteínas y carbohidratos, ambos vinculados a la producción de esta hormona.

Evita alimentos y bebidas que aumenten la ansiedad, como aquellos que contengan cafeína o azúcar. Y, en definitiva, opta por un estilo de vida saludable que empiece por seguir una dieta equilibrada que no te obligue a ganar y perder peso continuamente.

Cómo acabar con el problema con la mente

El vientre hinchado y la grasa abdominal también se pueden resolver a nivel psicológico. O al menos, rebajar. Como hemos visto, se trata de liberar el estrés, y para eso las técnicas de relajación son una muy buena solución, desde el yoga hasta el mindfullness.

La música también puede ser una aliada. Está demostrado que tanto la música clásica como la música ambiental tienen un magnífico poder relajante. Pero también lo son el jazz, el blues, el soul e incluso, sonidos naturales como el de la lluvia o el vaivén de las olas del mar. Busca las listas de reproducción que más te motiven para calmar la mente y verás el resultado en el cuerpo.

No obstante, si piensas que tus trastornos gastrointestinales pueden ir asociados a una racha de ansiedad, nervios o estrés que no termina de pasar, lo mejor es siempre buscar el apoyo y el acompañamiento de una terapia.

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