La última locura del inventor del cronut recuerda a... un pene

¿Alguien se acuerda del cronut? Sí, hombre, sí, aquella mezcla de donut y cruasán que hizo furor el verano pasado. En Nueva York, Dominique Ansel, un reportero francés, fue el encargado de traicionar el dulce nacional de su país de origen convirtiéndole en una pieza de bollería mutante que acabó traspasando fronteras e incluso llegando a nuestro país. Los 'hipsters' del Soho hacían incluso cola ante su panadería para obtener uno de aquellos preciados dulces.

Aunque el cronut sigue petándolo allá donde va, Ansel no se ha querido dormir en los laureles y se ha puesto manos a la obra para dar forma a su sucesor que ha sido anunciado a bombo y platillo hace solo unos días. El nuevo bollo se llama 'Lobster tail' (cola de langosta), pero no tiene nada que ver con el crustáceo de marras. Se trata de un bollo hecho a base de masa de pretzel, con mantequilla de cacahuete y sal Maldon. Todo el conjunto se moja en una crema de miel y mantequilla. El nuevo invento se vende al poco módico precio de 8 dólares, pero es que Ansel ya es sinónimo de moda culinaria.

Más allá de si estará bueno o no (cosa que, por el momento, ignoramos), nos ha llamado la atención la forma del dulce. No es que nosotros tengamos la mente sucia, es que numerosos blog y tuiteros están hablando de la curiosa pinta que tiene el bollo. Para todos ellos, la "cola de langosta" se parece más a un pene que a otra cosa. Puede ser que, si estás todo el día rodeado de marisco seas capaz de ver la similitud con el crustáceo, pero para el resto de los mortales se asemeja a un pene. Eso no quiere decir que no vaya a petarlo igual o más que el cronut. Pese a su forma. O gracias a ella, quién sabe.