Robo

Vuelven a robar a mayores las falsas asistentes sociales, detenidas en más de 40 ocasiones

En Zaragoza, dos mujeres han sido detenidas acusadas de hurtos en las viviendas de numerosos ancianos. Se hacían pasar por asistentes sociales. Acumulan más de 40 detenciones.

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Son dos mujeres, de nacionalidad española y 38 y 35 años acaban de ser detenidas y con este nuevo arresto suman 40. Eligen a sus potenciales víctimas en la calle. Hombres o mujeres de avanzada edad, algunos van cargados con bolsas o caminan lentamente. Como se ve en el vídeo de la parte superior, una de ellas le aborda hasta ganarse cierta confianza, la suficiente para acceder a la vivienda, deja la puerta abierta y entra la otra aprovechando para desvalijar la casa.

Usan diferentes técnicas. Por ejemplo, se hacen pasar por asistentes sociales del Ayuntamiento, piden un vaso de agua, solicitan ayuda para que les escriban una nota con la excusa de que no saben apenas escribir.

Matilde, una de sus víctimas

Esta última artimaña es la que utilizaron para engañar a Matilde, una octogenaria que vive sola y que se siente enfadada consigo misma por haberse dejado timar. Una de las hermanas le abordó en el portal, cuando ya estaban en el piso fueron hasta la cocina y allí la retuvo el tiempo suficiente para que la otra entrara, y se llevara dinero por valor de 2.000 euros y joyas. Matilde intuyó algo y cuando preguntó la que estaba con ella en la cocina la sostuvo impidiéndole salir. La anciana dice que no se enfrentó. Actuó con relativa sangre fría. Ahora piensa que si llega a resistirse quizás hubiese acabado en el suelo y herida. Pero por el momento estas presuntas ladronas no han utilizado la violencia para sus delitos.

Están acusadas de hurtos. Algunos mayores opinan en la calle que no importa lo que la policía pueda hacer por ellos, cuando pasan a disposición judicial acaban en la calle de nuevo. Los agentes responden que así son las leyes hasta que no se cambien. Mientras, la Policía Nacional informa a los ancianos de la importancia de no abrir la puerta a desconocidos y no dejarse embaucar por presuntos hombres o mujeres caritativos. Es el caso de estas presuntas ladronas, están a la espera de juicio, son amables, zalameras y saben ganarse la confianza de los más mayores.

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