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IGUALDAD

Insultos, lágrimas y monstruos: así son los dibujos de los hijos de víctimas de violencia de género

En los dibujos, los propios menores ilustran las situaciones de maltrato que han vivido.

Los hijos de las víctimas expresan a través de dibujos los "terribles efectos que tiene para ellos ser testigos y víctimas de esta violencia".

Insultos, lágrimas, miedo, una imagen de un monstruo que grita "te voy a matar", comparaciones con animales salvajes como el gorila o el tigre son algunas de las representaciones de los pequeños. Uno de ellos explica: "Cuando dibujé a papá, que es una fiera, pinté una línea para proteger a mamá". Así reflejan cómo viven los más pequeños la violencia machista en sus hogares.

En algunas ocasiones, sus madres aparecen reflejadas con la boca tapada, sin manos ni piernas, sin libertad. A sí mismos se dibujan pequeños ante un gigante "que no para de gritar", a veces encogidos, escondidos entre el decorado de la imagen.

Esta recopilación de dibujos forma parte del proyecto Intervención Psicosocial con Menores, una iniciativa que la Comisión arrancó en el año 2003 observando las necesidades de atención psicológica que presentaban aquellos niños y niñas que estaban siendo víctimas de maltrato físico, psicológico o sexual.

"Este trabajo nace con la idea de sensibilizar sobre los terribles efectos que la violencia tiene sobre los menores que la sufren, y que no se puede expresar con palabras. A través de sus trabajos queremos demostrar cómo ven ellos el proceso de violencia, haciéndoles protagonistas de su propia historia, de la mejor forma en que nos lo pueden contar", ha explicado Susana Martínez, presidenta de la comisión.

Las creadoras de este proyecto han desarrollado un manual en el que defienden los beneficios de la intervención profesional con menores víctimas de violencia de género. Explican que el trabajo no solo debe ser terapéutico, para paliar los efectos de esa violencia, sino también preventivo, para evitar que el modelo desigual de relaciones entre mujeres y hombres se reproduzca en el futuro.

Desde 2013, en España, 30 niños han sido asesinados y 258 han quedado huérfanos a causa de la violencia machista, según datos de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. Muchos presentan baja autoestima, depresión, problemas de alimentación, e incluso consumo de estupefacientes. Los niños pueden reproducir las conductas de violencia que han presenciado, y las niñas ser víctimas potenciales de relaciones abusivas en el futuro.

"Los menores siguen siendo utilizados como armas arrojadizas contra sus madres y los derechos de custodia y visitas siguen siendo una suerte de derechos inalienables que prevalecen sobre el beneficio del menor", denuncian.

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