Acondroplasia

La delgada línea entre la diversión y la burla: "El hecho de tener enanismo no es una profesión"

La polémica celebración de cumpleaños de Lamine Yamal pone sobre la mesa un debate sobre los límites de la libertad artística.

Imagen de archivo acondroplasia

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Si de la risa se dice que es "la distancia más corta entre dos personas" de la burla que es "el instrumento de uso cotidiano de los ignorantes para sentirse cultos". La frontera entre una y otra no siempre esta visiblemente dibujada.

Lamine Yamal ha estrenado su etapa adulta inmerso en una sonora polémica. El futbolista celebró sus 18 años con una fiesta en la que había "chicas de imagen" y animadores con acondroplasia, un trastorno del crecimiento de los huesos que ocasiona el tipo más común de enanismo.

La polémica está servida y el debate sobre la mesa. Mientras la Asociación de Personas con Acondroplasia y Otras Displasias Esqueléticas con Enanismo (ADEE), condena tajantemente lo ocurrido y anuncia acciones legales y sociales uno de los artistas que actuó y formó parte del espectáculo del cumpleaños de la discordia defiende que "nadie" los "trató mal". Además, el Gobierno se mete también en la discusión y justo este martes aprobó en segunda vuelta en el Consejo de Ministros la ley de dependencia y discapacidad.

¿Qué ha de prevalecer, la libertad de una persona de querer actuar en cualquier espectáculo o las consideraciones morales sobre dicha actuación? Legalidad y moralidad vuelven a chocar. La amabilidad del arte no está consensuada y mientras el artista anteriormente criticó la postura que la asociación ADEE mantiene, porque dice "humilla a las personas con enanismo", Carolina Puente, presidenta de ADEE, en declaraciones para Antena 3 Noticias, le tiende la mano.

"Nosotros a quienes participan les decimos que con todo nuestro respeto y todo nuestro cariño, y de verdad que así es, esta es también su asociación que aquí estamos para ayudarles, para ofrecer alternativas. Estamos a su disposición para explorar cuantas medidas sean necesarias, para acceder a empleos dignos y una vida estable y que no tengan que depender de estos espectáculos como medio para ganarse la vida. El problema no está en ellos, el problema está en no garantizar que nadie consuma este tipo de entretenimiento, de ocio y de contratación de una persona con cierto tipo de discapacidad. Queremos que una persona con acondroplasia o cualquier displasia esquelética pueda elegir su camino libremente y trabajar donde quiera y no estar limitado por su físico o por cualquier circunstancia para tener que hacer de ello su empleo", argumenta Puente.

Carolina Puente asegura que esto "no va de bandos", insiste en que no se trata de "culpabilizar a las personas que han actuado ahí, nosotros entendemos que a veces lo hacen por necesidad, cuando no hay otras alternativas" por eso ponen la lupa sobre la sociedad "el problema está en la sociedad que debe garantizar salidas laborales dignas para todas las personas y que nadie debería tener que ganarse la vida a costa del estigma".

Y es que, precisamente, ese resucitar el estigma es el meollo de la cuestión ya que desde esta asociación denuncian que "se siga usando a personas con enanismo o con cualquier displasia esquelética, como espectáculo de fiestas y eventos. Esto no solo nos afecta individualmente, sino que también recuerda viejos prejuicios y limita a todo el colectivo. Vuelve a relegarnos a papeles de los que queremos huir y que no queremos reforzar. Queremos llevar una vida digna como la lleva cualquier tipo de persona, que por el mero hecho de tener esta discapacidad que nos ha tocado que nos sigan mirando como nos miran. Lo que pedimos es muy sencillo, que estas prácticas se acaben, que se nos vea con respeto y que tengamos las mismas oportunidades que cualquiera". Porque, concluye Puente "el hecho de tener enanismo no es una profesión".

Desde Antena 3 Noticias nos pusimos también en contacto con la Fundación Alpe Acondroplasia, que prefirió no realizar declaraciones porque está recabando sus propios informes para determinar si se ha sobrepasado o no alguna línea roja.

El pasado mes de febrero, Felipe Orviz, asesor legal de ALPE lamentaba una sentencia favorable a la empresa que quería organizar un espectáculo del 'bombero torero', pese a que había sido prohibido por la Junta de Andalucía. Orviz exigió entonces la modificación de la normativa taurina estatal y autonómica, para que "no queden huecos por los que se escapen estos espectáculos" que "humillan a las personas con acondroplasia por razón de su discapacidad".

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