Los musulmanes, en su mes de ramadán

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"ACTO PROVOCATIVO" PARA LAS AUTORIDADES DEL PAÍS

Revuelta en una ciudad de Argelia contra el ayuno obligado en ramadán

Decenas de argelinos han protestado en Tizi Uzu contra el mes de ayuno de ramadán, el noveno del año lunar de los mahometanos, que está estrictamente contemplado en la ley. Una publicación denuncia que varios obreros fueron detenidos por beber agua durante el día.

Varias decenas de argelinos han roto el ayuno del mes de ramadán en una plaza de la ciudad argelina de Tizi Uzu, al este de Argel, para protestar contra el "ayuno obligatorio" y en defensa de la "libertad de conciencia y de culto", informaron varios medios locales. El diario El Watan informó de que los concentrados se reunieron en la plaza Olivier portando carteles en los que se podía leer "Comer no es una falta de respeto", "La libertad de conciencia es un derecho" o "Contra el ayuno obligatorio".

Según esta publicación francófona, la protesta estuvo vigilada discretamente por agentes de policía vestidos de paisano y algunos viandantes criticaron a los participantes e intentaron sin éxito poner fin al acto. Los concentrados también denunciaron la "inquisición" de las autoridades que, según el diario, arrestaron a varios obreros por beber agua durante el día.

El mes de ayuno de ramadán es observado estrictamente por la población argelina, compuesta en un 95 % por musulmanes, y la ley prohíbe que el ayuno se rompa en público (no en privado), so pena de cárcel.

Por su parte, el diario en árabe El Bilad, en su página web, mostró varias imágenes de la concentración bajo el titular "Violación pública en Tizi Uzu de la sacralidad de Ramadán". Este rotativo, que calificó la protesta de "acto provocativo", recogió las declaraciones de varios ciudadanos que criticaron a los participantes y aseguraron que el no cumplimiento del ayuno en público es ajeno a la cultura argelina.

El pasado 3 de agosto, también en pleno ramadán, la misma plaza fue testigo de una concentración similar que, según el diario, atrajo a un mayor número de participantes. Dicha concentración fue seguida de una gran polémica en el país y el entonces ministro de Asuntos Religiosos, Buabdala Glamala, declaró que los concentrados habían sido "manipulados", aunque no precisó por quien.

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