Reino Unido

Una mujer demanda a la empresa Airbnb por la muerte de su marido

A las dos semanas de volver del alojamiento, su marido fallecía a consecuencia de una grave neumonía, la cual justifica por el mal estado del agua del jacuzzi.

Foto de recurso de Airbnb

Foto de recurso de AirbnbPixabay

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La compañía canadiense, Airbnb, ha sido demandada por una mujer británica, y la cual también reclama 1,34 millones de euros, por la muerte de su esposo en uno de sus alojamientos. El fallecimiento de Paul Bermingham, su esposo, no tuvo lugar directamente allí, si no que tras una infección previa, posterior a los días en los que habían estado allí de vacaciones en familia, su marido fallecía por la enfermedad del legionario.

Esta enfermedad se trata de una forma grave de neumonía causando una inflamación pulmonar y que puede provocar complicaciones potencialmente mortales como insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal y shock séptico.

Los hechos tuvieron lugar cuando el matrimonio disfrutaba de unas vacaciones navideñas familiares, junto a sus hijos, en la isla de Gozo, en Malta. A las dos semanas de volver de vacaciones, el padre de familia falleció. Sandra, su mujer, ha creado una página para recaudar fondos con el objetivo de hacer frente a los honorarios legales y continuar con este procedimiento que dura ya seis años.

"Paul solo se metió en el jacuzzi una vez en la víspera de Año Nuevo y estuvo en el agua por unos segundos", explicó Bermingham, quien también explico que su esposo estaba tan enfermo que "tuvieron que ponerlo en coma inducido y nunca se recuperó. El hospital hizo todo lo posible, pero no pudo salvarlo. Se suponía que las vacaciones serían un descanso que todos podríamos disfrutar, pero arruinaron nuestra vida familiar".

Bermingham asegura que tanto la compañía canadiense como sus aseguradoras se negaron a aceptar cualquier responsabilidad. Sin embargo, al ser notificados del fallecimiento de Paul, eliminaron la propiedad en Gozo de su listado. Asimismo, las autoridades maltesas no han ayudado a la señora Bermingham en su reclamación, ya que se han negado a entregar los resultados de las pruebas realizadas en el agua contaminada de la bañera de hidromasaje.

La viuda de Paul, de 54 años, pide a Airbnb 1,34 millones de euros por lucro cesante.

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