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CONFLICTO RACIAL EN EEUU

El despliegue de la Guardia Nacional evita más incidentes en Ferguson

Por segunda noche consecutiva la tensión se ha instalado en las calles de esta pequeña localidad de EEUU, que el pasado lunes vivió graves protestas con hasta 29 detenidos por la decisión judicial que deja libre sin cargos al agente que mató a un joven afroamericano el pasado mes de agosto. La presencia de la Guardia Nacional ha impedido nuevos incidentes. Las protestas pacíficas se han extendido a otras ciudades como Nueva York.

El despliegue de más 2.000 militares de la Guardia Nacional ha impedido que se repitan los incidentes en Ferguson, que el lunes se saldaron con una treintena de detenidos. Miles de personas se han vuelto a manifestar por todo el país, pero esta vez de forma pacífica.

El presidente Barack Obama ha vuelto a comparecer para condenar los actos violentos y reconocer que son muchos los que piensan que las leyes no se aplican siempre de la misma manera. 

El presidente de Estados Unidos aseguró que "no hay excusa" para los "actos destructivos" registrados la pasada noche en Ferguson (Misuri) tras conocerse la decisión judicial de no procesar al policía blanco que en agosto mató al joven negro Michael Brown. 

Obama insistió no obstante que ese malestar social "está enraizado en realidades" que datan de largo tiempo atrás y aplaudió las manifestaciones pacíficas que también han tenido lugar desde que un gran jurado desestimara encausar a Darren Wilson, el agente de Policía que acabó con la vida del joven desarmado. 

"Quemar edificios, incendiar coches, destruir propiedades poniendo a la gente en riesgo es destructivo, y no hay excusa para ello. Esos son actos criminales, y la gente debe ser enjuiciada si se involucra en actos delictivos", dijo el presidente en Chicago, antes de comenzar el discurso que tenía previsto para abordar el sistema migratorio. 

"Estamos aquí para hablar de inmigración, que forma parte de lo que hace a Estados Unidos este lugar extraordinario que es. Ser estadounidense no significa que usted tenga que mirar de cierta manera o tener un cierto apellido o proceder de un lugar determinado, tiene que ver con un compromiso con los ideales, la creencia en ciertos valores", aseveró. 

"Y si alguna parte de la comunidad estadounidense no se siente bienvenida o tratada de manera justa -prosiguió-, eso es algo que nos pone a todos en riesgo, y todos tenemos que estar preocupados". Obama explicó que ha solicitado al fiscal general, Eric Holder, que delinee una serie de pasos a seguir para mantener reuniones regionales que permitan poner solución al descontento social que existe entre algunos sectores de la sociedad y las fuerzas de seguridad y justicia. 

Asimismo, adelantó que la semana entrante auspiciará una reunión con líderes religiosos, oficiales estatales y federales para comenzar a trabajar sobre una estrategia que mejore la situación y que asegure que "la aplicación de la ley es justa y está siendo aplicada por igual a todas las personas en este país". 

"La conclusión es muy importante, no se saca ningún beneficio de los actos destructivos. Nunca he visto lograr una ley de derechos civiles o un proyecto de ley de salud o una ley de inmigración por quemar un coche. Ha sucedido porque la gente votó. Porque la gente se movilizó. Porque la gente se organizó", insistió el presidente. 

Mientras tanto, el abogado de la familia de Michael Brown, Benjamin Crump, criticó duramente hoy al fiscal y denunció como "completamente injusto" el proceso que dejó sin juicio a Wilson, autor de la muerte del joven. Esta decisión provocó una noche de graves disturbios en Ferguson, un suburbio de San Luis (Misuri), de apenas 20.000 habitantes, que se saldaron con más de 80 detenidos y numerosos establecimientos saqueados y quemados a lo largo de la noche.

Protestas en Nueva York
Centenares de personas se manifestaron en Nueva York, por segunda noche consecutiva, para protestar por la brutalidad policial y especialmente por el caso del joven negro asesinado en agosto pasado en la localidad de Ferguson. La manifestación enlazó la plaza Union Square con Times Square, dos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. 

Se desarrolló pacíficamente, aunque en algunas zonas hubo algunos forcejeos con la policía. Medios locales dijeron que al menos tres personas fueron detenidas por los agentes policiales cuando querían mantener cortada una de las principales avenidas de la isla de Manhattan. 

Los manifestantes, de todas las razas y en su mayoría jóvenes, coreaban lemas como "Sin Justicia no hay paz" y "Manos arriba, no disparen", utilizados en las últimas protestas contra la brutalidad policial en esta ciudad. 

Los manifestantes llegaron a bloquear temporalmente el túnel de Lincoln, que enlaza a la isla de Manhattan con el estado vecino de Nueva Jersey, sobre el río Hudson, y también un puente del lado oriental de la isla que conecta con el barrio de Queens. Los manifestantes llevaban pancartas alusivas a la actuación policial y pidiendo justicia para el caso de Michael Brown, que murió el pasado mes de agosto por disparos de la policía en la localidad de Ferguson. 

La protesta de esta noche fue la segunda consecutiva que se produce en Nueva York desde que un gran jurado anunció su decisión de no imputar al policía que mató a Brown en Ferguson. Tampoco hubo incidentes serios el lunes por la noche, aunque también la policía detuvo a varias personas, entre ellas la de un joven activista de origen boliviano que arrojó pintura roja a las fuerzas de seguridad. 

Uno de los afectados fue el jefe de la Policía de Nueva York, William Bratton, que restó importancia al incidente, aunque calificó al detenido, Diego Ibáñez, como un "agitador profesional" que ya ha sido arrestado en otras ocasiones en Nueva York y en el estado de Utah, donde creció.

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