El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha afirmado hoy que la prioridad del Gobierno actualmente no es reformar la Constitución, aunque se ha mostrado dispuesto a escuchar las propuestas de los socialistas que deben concretar "qué quieren hacer, para qué y con quién" y no hacer "eslóganes o frases".
Rajoy ha respondido así en la sesión de control al Gobierno en el Senado a una pregunta de la portavoz socialista, María Chivite, que exigió al presidente del Gobierno que se pronuncie sobre una eventual reforma de la Constitución, en lo que ha sido su primer cara a cara desde que ocupa este cargo.
Tras expresar el apoyo del PSOE a los recursos planteados por el Gobierno contra la consulta catalana del 9 de noviembre, Chivite ha acusado a los populares de "inmovilismo" y le ha pedido a Mariano Rajoy que sea él quien "tome la iniciativa de abrir la Constitución y poder dialogarla".
Le ha reclamado así una "apuesta valiente por la convivencia" y que deje el "diálogo de sordos que ha establecido con Cataluña y ofrezca una respuesta inteligente y democrática al problema de convivencia que vive España". "Le tendemos la mano al consenso y al diálogo para una nueva Constitución", ha añadido la senadora.
Rajoy se ha mostrado dispuesto a escuchar las propuestas del PSOE pero ha dicho: "Hoy he aprendido algo: hay que hacer una reforma de la Constitución pero yo tengo que decir cuál es el contenido de la reforma que quieren hacer ustedes. Eso es muy complicado".
El jefe del Gobierno ha asegurado que "si alguien, si algún grupo político, quiere reformar la Constitución" él está dispuesto a escuchar las propuestas.
"Pero debe decirse con claridad qué se quiere hacer, para qué y con quién", ha dicho Rajoy, y ha puesto como ejemplo lo que hizo en 2011 el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al pedir el apoyo del PP para cambiar la Carta Magna para incluir la obligación de respetar el equilibrio presupuestario, con el límite de gasto de las administraciones públicas.
"Lo hicimos y fue bueno para España", ha recordado el presidente del Gobierno, antes de insistir en que "no vale hacer eslóganes ni frases sin contenido" sino que hay que hablarlo "en serio".
Tras negar las acusaciones de "inmovilismo" que le ha hecho la portavoz socialista al esgrimir todo el proceso de reformas que ha llevado a cabo su Gobierno, Rajoy ha considerado que hay que ser "prudentes" a la hora de abrir un proceso constituyente ya que éste no puede ser "un comodín para dar respuesta a todo".