Marruecos

El Gobierno prepara la cumbre España-Marruecos sin ministros de Podemos

España y Marruecos deshielan su relación en Rabat con la celebración de su primera cumbre bilateral desde 2015, que empezará el miércoles, y sin la presencia de un solo ministro de Podemos.

Mohamed VI, rey de Marruecos

Mohamed VI, rey de MarruecosEFE

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La nueva etapa en la tormentosa relación entre España y Marruecos dará un paso más con la celebración de la cumbre bilateral de Rabat los días 1 y 2 de febrero, en la que participarán una decena de ministros. Esta cita, que debía celebrarse en 2020, fue aplazada hasta finales de este año, aunque ambos gobiernos, más adelante, acordaron organizarla lo antes posible.

Entre otras cosas, uno de los objetivos de esta Reunión de Alto Nivel es confirmar la normalización en la circulación de personas y mercancías en las fronteras de Ceuta y Melilla, reestableciéndolas “de manera ordenada” e incluyendo “los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas”, según reza la hoja de ruta firmada en abril de 2021.

Ningún ministro de Podemos

El respaldo del Gobierno al plan de autonomía marroquí para el Sahara, un giro histórico en la posición española, consiguió destensar las relaciones con Marruecos pero provocó un conflicto diplomático con Argelia, que aún continúa. Y no solo a nivel internacional. El problema interno en Moncloa es evidente y, sobre todo, visible, porque ningún miembro de Podemos del Gobierno acudirá a Rabat, por mucho que el ministro de Asuntos Exteriores ha intentado quitar importancia a estas ausencias.

El complicado equilibrio en la coalición es también difícil para el PSOE. “Nos conviene mantener la mejor de las relaciones” con Marruecos, aseguró en su día Pedro Sánchez, poniendo de relieve las cifras de comercio y la bajada en las llegadas de inmigrantes irregulares a nuestras costas. “De todas las rutas migratorias hacia Europa”, dijo el presidente, “la única que ha decrecido es la de Marruecos hacia España”.

Así, cada paso en la reducción de la tensión significa nuevos peldaños hacia la normalización de las relaciones, como la reapertura de las fronteras terrestres entre las dos dos ciudades autónomas y Marruecos. Además, ambos gobiernos se comprometieron a relanzar y reformar la cooperación en el ámbito de la migración y a reactivar "la cooperación sectorial en todos los ámbitos de interés común: económico, comercial, energético, industrial y cultural, entre otros".

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