El exministro de Defensa José Bono ha visitado Espejo Público para presentar su segundo libro de memorias, titulado ‘Diario de un ministro’ , en el que cuenta sus dos años al frente del Departamento de Defensa y que se subtitula ‘De la tragedia del 11-M al desafío independentista’.
José Bono ha explicado sobre el atentado del 11-M que "el Gobierno del señor Aznar fue advertido seriamente en febrero de 2003, en noviembre de 2003 y hasta tres días antes de que se produjera el atentado. Un documento pedía que se alertara al Ministerio del Interior del fanatismo de un terrorista que participó en el atentado tres días después ".
El que fuera ministro de Defensa cuenta que “cuando se produjo el atentado todos pudimos pensar que era ETA, pero el Gobierno había sido advertido de la peligrosidad ese terrorista y en el Ministerio del Interior no podían pensar que ETA estaba detrás del atentado ".
En su opinión "tenían la obligación de saber que había sido el terrorismo yihadista" pero "el Gobierno de Aznar montó una gran mentira pensando que le daría votos ".
José Bono ha hablado también sobre el reciente viaje de Zapatero a Cuba y señala que "no se trata de un asunto de estado que haga temblar a las instituciones, lo que hace temblar son las emociones". El exministro de Defensa cuenta que "el señor García Margallo estuvo en Cuba en el mes de enero y no fue recibido por Raúl Castro pero los dos meses fue Zapatero y si fue recibido"·
En su opinión "el comportamiento de las autoridades cubanas no recibiendo al ministro de Asuntos Exteriores a mí no me parece bien " pero añade que también “Zapatero tiene derecho a que se le perdone haber sido presidente por parte de los que no le pueden ni ver".
Bono ha contado que recurrió al cantante Julio Iglesias , dadas sus "buenas relaciones" con la Casa Blanca, para que mediara con el Gobierno de Estados Unidos en la mejora de las relaciones con el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero después de que retiraramos las tropas españolas de la guerra de Irak.
El cantante habló con el exsecretario de Estado Henry Kissinger y con el diseñador Óscar de la Renta , su vecino, y a su vez "buen amigo de la familia Bush". Según le dijo el propio Iglesias, Kissinger contactó con el entonces secretario de Estado de Defensa, Donald Rumsfeld, y le solicitó "el mejor trato posible" a las propuestas del ministro español.
Rumsfeld explicó a Kissinger que estaba "muy disgustado" por las ventas de barcos de España a Venezuela, pero aseguró que mostraría "de manera muy clara" su intención de mejorar el trato con España.