Prince en una actuación en Reino Unido en 2007

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FUE EN MADRID, EN EL VICENTE CALDERÓN

Prince tuvo a Ketama de teloneros en su primera gira por España

Uno de los miembros de Ketama ha dicho, tras conocer la muerte de Prince, que "es una pérdida enorme, porque era un artista muy grande" que les "encantaba". Ketama, que fueron teloneros de Prince, han explicado que le vieron unos días antes del concierto y "nos dijo que quería ver vídeos de nuestras actuaciones y que estuviéramos acompañados de mujeres guapas en el escenario, así que nos fuimos al Rastro y se lo propusimos a un 'puñao' de gitanas y allí que nos fuimos todos".

Ketama ya había hecho en 1990 'No estamos locos' pero jamás habían actuado en un estadio, así que cuando les propusieron ser los teloneros de Prince y cantar en el Vicente Calderón (Madrid), en el Luis Casanova (Valencia) y en el Montjuic (Barcelona), a cambio de "ná", aceptaron encantados.

"Su muerte es una pérdida enorme, porque era un artista muy grande. Nos encantaba", ha asegurado uno de los miembros de Ketama, Josemi Carmona, que ha recordado su experiencia al lado del norteamericano, fallecido hoy a los 57 años en su casa de la localidad Chanhassen (Mineápolis). Josemi Carmona tenía entonces 16 años y cuando conoció a Prince le pareció "un genio, un tipo súpercreativo, original y estrambótico" y todo lo que les proponían le parecía "bien", incluso actuar sin ganar absolutamente nada: "el rollo era tocar con él".

"Le vimos unos días antes y nos dijo que quería ver vídeos de nuestras actuaciones y que estuviéramos acompañados de mujeres guapas en el escenario, así que nos fuimos al Rastro y se lo propusimos a un 'puñao' de gitanas y allí que nos fuimos todos", se ríe. Prince llegó aquella noche al Vicente Calderón, primera cita de la que era también su primera gira por España, en "un 'peazo' de Jaguar con un chófer negro súpergrande". Cantaron cincuenta minutos, sin que faltaran, "por supuesto" 'No estamos locos' y 'Vente pa' Madrid', y la experiencia fue "divina", rememora.

Luego le acompañaron, "ya sin gitanas", se ríe de nuevo, como teloneros a Valencia y Barcelona, y aunque siguieron sin pagarles "ná", la promotora corrió con los gastos del viaje y el hotel. No obstante, Carmona confiesa que les dieron unas entradas "y un primo suyo" las revendió para ganar algo de dinero, a lo que se sumó que luego "autores" -SGAE- sí les pagó "algo". "Eran tiempos raros. Recuerdo que hizo vaciar el Calderón entero porque durante los ensayos estábamos allí jugando un poco con un balón. Era un poco estrambótico", dice.

Prince, añade Carmona, era "un musicazo" que tocaba la guitarra "fantásticamente" y "usaba" la música de otra manera: "era un tío muy bajito con un tacón musical muy grande". El músico norteamericano actuó por primera vez en España en 1990, luego volvió en 1993 y en aquella ocasión eligió Cádiz -donde exigió tener a mano todos los discos de Camarón-, Santiago de Compostela, Gijón, Madrid y Barcelona.

Entonces vino acompañado de dos pantallas gigantes, un equipo de rayos láser y 1.400 amperios de intensidad lumínica y sonora. Las gradas del Ramón de Carranza se llenaron, como sucedió con el Auditorio Monte do Gozo, el Hipódromo Las Mestas, la plaza de Toros de Las Ventas y el Palau Sant Jordi. En 1998 regresó, ya convertido en "El Artista", para actuar en Marbella (Málaga) en agosto, y a finales de año en Zaragoza, Barcelona y Madrid, presentando el que entonces era su último disco, "New-power soul".

En Zaragoza actuó en la Sala Multiusos, en Barcelona en el Palau Sant Jordi de Barcelona y en Madrid en el Palacio de Deportes, donde tocó el piano, los teclado, la guitarra, con forma de su símbolo, cantó, bailó y no dejó de hacer comentarios, con una actitud expansiva muy diferente a la de su primera gira por España. El cantante y compositor había confirmado en noviembre del año pasado sus cuatro primeros conciertos en Europa, en Austria y Reino Unido, aunque no se había anunciado ninguna actuación en España.

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