Medioambiente

El alga asiática Rugulopteryx okamurae ¿un tesoro nutricional?

Un estudio analiza el potencial nutricional y ambiental de esta alga que crece sin control en el Estrecho de Gibraltar.

El alga asiática Rugulopteryx okamurae

El alga asiática Rugulopteryx okamuraeUniversidad de Sevilla

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El estudio realizado por la Universidad de Sevilla y del University College Dublin aporta las primeras pruebas sobre "el potencial nutricional" del alga asiática Rugulopteryx okamurae y revela que "podría emplearse como fuente de macro y micronutrientes".

La invasión de esta macroalga parda en aguas europeas y el Estrecho de Gibraltar, supone una gran preocupación por lo que "considerando la enorme cantidad que se está recolectando, la investigación se centra "en la oportunidad potencial para su utilización como un valioso recurso alimenticio".

Según el estudio publicado en la plataforma ScienceDirect, se analizó detalladamente la composición nutricional, el contenido mineral y los posibles compuestos bioactivos presentes en el alga invasora objeto de investigación. Los resultados revelan que esta biomasa contiene un 14,18 % de proteínas, un 21,29 % de lípidos —destacando su alto contenido de omega-3—, además de un 31,32 % de fibra y cantidades importantes de minerales como calcio, sodio, potasio, azufre e hierro.

El estudio señala que, dada la gran cantidad de esta alga que se está recolectando, y en consonancia con nuevas políticas enfocadas en sistemas alimentarios sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, la investigación actual se orienta a caracterizar esta alga multicelular como una potencial fuente de macro y micronutrientes.

Hay que evaluar que su consumo no implica riesgos

Además, el trabajo académico habla de que el aprovechamiento de macroalgas invasoras para desarrollar productos de alto valor representa una estrategia prometedora para reducir su impacto ambiental. Estas algas “ofrecen claras ventajas económicas”, ya que su cultivo no requiere agua dulce ni tierras agrícolas, evitando así la competencia con cultivos alimentarios tradicionales.

Finalmente, el estudio destaca las posibles aplicaciones futuras de esta alga en los sectores de la alimentación y la biotecnología, así como su contribución potencial a la salud humana y a la sostenibilidad ambiental.

El estudio también señala la alta toxicidad de esta especie, la cual se atribuye a su elevado contenido de sesquiterpenos, compuestos que no están presentes en otras algas. Además, advierten que, si se planea usarla para consumo humano, "se debe realizar una evaluación de riesgos adecuada, garantizando que su consumo no presente riesgo".

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