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INGRESADO EN EL HOSPITAL EN ESTADO GRAVE

Un marroquí que solicitaba asilo en Alemania se quema a lo bonzo un día antes de ser expulsado

Un hombre de 36 años y nacionalidad marroquí sobre el que pesaba una orden de expulsión que iba a ser ejecutada este lunes está en estado grave tras quemarse a lo bonzo. Varias personas que estaban cerca de él tiraron al hombre al suelo e intentaron apagar las llamas, que sólo pudieron ser extinguidas cuando llegó una patrulla y utilizó un extintor.

Un marroquí solicitante de asilo, sobre el que pesaba una orden de expulsión que iba a ser ejecutada este lunes, está hospitalizado grave tras quemarse a lo bonzo en la localidad de Lingen, en el estado de Baja Sajonia (noroeste).

Según informó la policía de Lingen mediante una nota, los hechos ocurrieron en plena calle, cuando el hombre, de 36 años, vertió sobre sus pantalones la gasolina que llevaba en una botella y se prendió fuego con un mechero, ante la mirada de los viandantes.

Varias personas que se encontraban en las cercanías tiraron al hombre al suelo e intentaron apagar las llamas, que sólo pudieron ser extinguidas cuando llegó una patrulla de Policía y utilizó un extintor.

El hombre, que había hecho previamente una llamada de emergencia en la que anunciaba su intento de suicidio, fue trasladado con graves quemaduras al hospital de Lingen y poco antes de la medianoche un helicóptero lo llevó a una clínica especializada de la ciudad de Gelsenkirchen.

El suceso tiene lugar mientras en Alemania se enciende el debate en torno a la acogida de refugiados, ante la previsión de que este año lleguen al país alrededor de 300.000 solicitantes de asilo, después de haber recibido más de 200.000 peticiones en 2014.

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