Los 'carritos del placer' han creado gran polémica en Nueva York

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REGALABAN VIBRADORES

"Carritos del placer", cerrados en Nueva York por aglomeraciones

Se trataba de una iniciativa promocional de una línea de artículos sexuales y preservativos. Las autoridades han alegado que la empresa carecía de los permisos pertinentes, aunque muchos ciudadanos se han quedado decepcionados del excesivo proteccionismo de su alcalde, al que apodan 'Niñera Bloomberg'.

El Ayuntamiento de Nueva York ha cerrado los dos promocionales "carritos del placer" donde se regalaban vibradores, debido las aglomeraciones de gente que suscitó la convocatoria y porque la empresa no solicitó los permisos correspondientes. "Esta actividad promocional de los productos de Trojan, que dificultaba el tránsito de los viandantes, no contaban con los permisos pertinentes", indicó la oficina del alcalde, Michael Bloomberg.

La línea de artículos sexuales y preservativos Trojan Vibrations tenía previsto regalar entre este miércoles y jueves unos 10.000 vibradores en dos carritos como los que venden perritos calientes y otras comidas típicas de la Gran Manzana. Sin embargo, apenas cuarenta minutos después de que comenzara el reparto, y cuando apenas se habían distribuido 200 unidades, un representante del Ayuntamiento obligó a los organizadores de la iniciativa a interrumpirla, según publica el New York Post.

"Los organizadores del evento están en conversaciones con la Oficina del Alcalde para celebrar otro acto promocional con los permisos adecuados más adelante", añadió el Consistorio en el mismo comunicado. Ante la posibilidad de obtener gratis uno de los 10.000 unidades vibradores, que cuestan entre 30 y 40 dólares, centenares de personas, mujeres en su mayoría, pero también hombres, se concentraron en la zona de Flatiron y el distrito financiero.

Los dos "carritos del placer" instalados por Trojan, que anunció en su cuenta de Facebook que posponen el reparto aunque dicen que pronto habrá "novedades", se identificaban con los lemas "Atrapa aquí las vibraciones" y "Goza el momento".

La decisión del Ayuntamiento disgustó a algunas personas que se acercaron a los puntos donde se regalaban los vibradores, como Melody Henry, de 42 años, quien declaró al citado diario que el alcalde Bloomberg "no quiere que nadie se divierta". "No puedes tomar un refresco gigante ni tener un vibrador", lamentó Henry, en alusión a polémicas medidas adoptadas por el alcalde en los últimos meses, consideradas intervencionistas por algunos y que le han hecho merecedor del apodo "Niñera Bloomberg".

En el mismo sentido se expresó también Linda Postell, quien dijo al New York Post que el alcalde tiene "un problema con el tabaco, con los refrescos... ¡y ahora esto! Tengo 57 años. Debería poder tener un vibrador", concluyó. En el último año, los ingresos facturados en EEUU por la venta de artículos sexuales en los principales supermercados y otras cadenas de comercios generalistas aumentó un 23,2 %, hasta 161,1 millones de dólares, según la consultora de mercado Symphony IRI Group.

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