El Sevilla, verdugo de equipos españoles por Europa

Victorias o eliminatorias libradas desde el sufrimiento fueron el peaje que tuvieron que pagar los sevillistas contra los rivales de la Liga en la consecución de la segunda y la tercera UEFA.

En 2007, el cuadro de Juande Ramos tuvo que deshacerse de Osasuna en semifinales tras haber perdido el encuentro de ida por 1-0 con gol de Soldado. En la vuelta, un tanto de Renato y otro de Luis Fabiano en forma de genialidad personal acabaron por confirmar una remontada agónica en el que al Sánchez Pizjuán no le quedó más remedio que pedir la hora.

Ya en la final, los andaluces se midieron a un Espanyol que repetiría desenlace 19 años atrás al volver a quedarse en la orilla en los penaltis. Si en Leverkusen el verdugo fue Vollborn y la psicosis, en Glasgow el héroe para los nervionenses fue Andrés Palop al detener tres penas en una tanda donde participó Antonio Puerta.

En 2014, todo un derbi andaluz

En octavos de final de 2014, el sorteo, así de caprichoso, depararía un derbi sevillano ante uno de los peores Betis de la historia. Pues bien, ese Betis venció 0-2 en la Bombonera de Nervión. Un resultado que lejos de amilanar, envalentonó a los rojiblancos que, con una semana por delante, se encargaron de persistir y aseverar que el pase a cuartos era factible.

Reyes y Bacca se encargaron de igualar la eliminatoria y llevarla a unos insufribles penaltis, donde los verdiblancos erraron los dos últimos para convertir a Beto y Nono en ídolos del sevillismo.

Pero la magia del Sevilla en esta competición, su idilio con los duelos nacionales, enraizado con una manera de clasificarse no apta para cardíacos tuvo su máximo culmen en Valencia. En Mestalla, la afición che en llamas se había encomendado a la “Reamuntada” para poder gestar un 2-0 que se traían los del Guadalquivir a orillas del Turia.

Así pues, los levantinos realizaron su partido más perfecto de la temporada para encaramarse con 3-0 sin dejar a su rival respirar. Hasta que, en el minuto 94, en un saque de banda aislado, una peinada a la desesperada dio lugar a la locura con el cabezazo de MBia a gol. Un tanto quereportaba el billete a Turín.

El Villarreal, en el camino a Varsovia

En el camino a Varsovia hacia la cuarta, el Sevilla tuvo que lidiar en octavos de final frente a otro enemigo nacional, el Villarreal. Se dio la curiosidad que los sevillistas no sufrieron ganando los dos partidos tanto en la ida como en la vuelta. Algo que solo había pasado una vez en todo este periplo.

Fue efectivamente en esa Supercopa de Europa de 2006 cuando los hispalenses encarrilaron pronto con un gol de Renato, asestaron un tanto psicológico antes del descanso gracias a Kanouté y sentenciaron aquella final con el penalti que obró Enzo Maresca (3-0).

Contra el Barça, resultados dispares

De esta guisa, el Barcelona se convirtió en el único rival de la piel de toro contra el que se ha enfrentado el Sevilla en Europa y en el que ha salido tanto victorioso como derrotado. Porque hasta esta época gloriosa, el palangana habría preferido evitar a cualquier rival de su liga.

Y es que el mismo Barça se encargó de apearle por última vez en el siglo XX. El 1-1 de la ida en Nervión fue un resultado malo si tenemos en cuenta el 3-1 de la vuelta en el Camp Nou. Eran los octavos de final de la Copa de la UEFA de 1995/96.

Por su parte, el Barcelona ha corrido suerte dispar en sus duelos ante equipos de España en todas las competiciones europeas exceptuando la Europa League. Esto es: Copa de Europa, Copa de Ferias, Recopa, Copa de la UEFA, Champions League y Supercopa de Europa. Como se puede ver en el gráfico, ha salido exitoso en seis eliminatorias o finales mientras que ha caído eliminado o a las puertas de un título en ocho ocasiones.