Una niña y su bulldog se vuelven inseparables después de conocer que no podrá tener hermanos

Desde el día en que su hija nació Rebecca Leimbach ha fotografiado la especial relación que la pequeña tiene con su perra bulldog. Después de años de sufrir años de infertilidad Rebecca y su marido lograron quedarse embarazados de su pequeña Harper, una bendición.

Pero después cuando intentaron tener más hijos para darle un hermano a su hija todos  los tratamientos fallaron. Fue entonces cuando Harper y su perra Lola se volvieron inseparables.

“El día que Harper salió de su cuarto con Lola disfrazadas de princesas me di cuenta de que había encontrado su compañera de juegos perfecta” declaró Rebecca a la web Mymodernmet.com.

“Espero que la gente se de cuenta de lo asombrosos que son los perros y como su conexión con las personas modela nuestras vidas. Harper nunca está aburrida cuando está con Lola y espero que cuando sea mayor y vuelva a ver está fotografías recuerde que esa fue su primera mejor amiga”, sentencia la fotógrafa.