Capilla ardiente de Santi Santamaría

Publicidad

CAPILLA ARDIENTE DEL CHEF

Familia, amigos y cocineros dan su último adiós a Santamaria en Sant Celoni

Artur Mas, que ha querido ofrecer el apoyo del Gobierno catalán a la familia Santamaria, lo ha definido como un "grandísimo cocinero", aunque antes que cocinero, también era "hijo, esposo, padre, abuelo y amigo".

Familiares, amigos y cocineros han dado su último adiós al malogrado chef catalán Santi Santamaria en una ceremonia laica celebrada esta tarde en un abarrotado Teatro Ateneo de Sant Celoni, la población donde nació hace 53 años y donde se encuentra su restaurante Can Fabes.

Desde que este mediodía se abriera la capilla ardiente, han pasado por el teatro los principales cocineros españoles, quienes han subrayado la figura de Santamaría como "precursor" de la gastronomía catalana y española. Flanqueado por Juan Maria Arzak, Ferran Adrià, con quien Santamaria tuvo una agria polémica en torno a la llamada cocina "tecnoemocional", ha señalado antes de entrar en el teatro que cuando conoció la noticia se quedó "trastocado". Adrià ha indicado "más allá de discrepancias" y sin querer ser "hipócrita", que se debe reconocer que Santamaria "ha sido y seguirá siendo un referente mundial en la cocina".

Con su presencia junto a otros cocineros está el ánimo de expresar que "el mundo de la gastronomía está unido" y comunicar a su equipo que están "con ellos para lo que necesiten". Santamaria falleció el pasado miércoles por una isquemia miocárdica mientras estaba en el restaurante "Santi", que tenía en Singapur. Uno de los momentos más emotivos de la capilla ardiente se ha producido cuando se han encontrado Martín Berasategui y el hijo del desaparecido cocinero, Pau Santamaria, quien no ha podido reprimir el llanto. Visiblemente emocionado, Berasategui ha asegurado que Santi Santamaria era "irrepetible como persona y un espejo como cocinero, con mucha personalidad y sinceridad".

"El respeto, la humildad y la entrega" han sido, en opinión de Berasategui, las grandes cualidades de Santamaria, quien "estaba las veinticuatro horas del día abierto para darte un consejo". Berasategui ha atribuido a Santamaria "gran parte de lo que le está pasando a la cocina española en la actualidad". Con sus palabras Santamaria "nunca buscó la polémica, sino la crítica, porque fue crítico como muchos somos críticos con nuestra profesión", ha indicado el cocinero vasco.

En nombre de todos los chef, Pedro Subijana ha expresado su convencimiento de que "su equipo sabrá mantener el estilo de Santamaria y afrontar el reto de mantener su nivel". Sergi Arola ha indicado que el cocinero fallecido "nos ha dejado un patrimonio cultural enorme", y agregó: "ahora nos corresponde a todos velar por ese legado, por esa manera que tenía de entender la gastronomía. Hemos de mantener viva su llama".

Poco antes de que decenas de ciudadanos despidieran el féretro entre aplausos, la cocinera Carme Ruscalleda ha subrayado que "Santamaria proyectó su estilo en todo el mundo, donde tenía grupos de seguidores" y ha revelado: "fue con Santamaria, con quien hice un viaje por Francia, quien me descubrió las posibilidades gustativas de muchos productos que hoy utilizo, y eso no lo olvidaré nunca".

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, que también ha querido ofrecer el apoyo del Gobierno catalán a la familia Santamaria, lo ha definido como un "grandísimo cocinero", aunque antes que cocinero, también era "hijo, esposo, padre, abuelo y amigo". Conducida por el periodista Xavier Grasset, la ceremonia laica, que apenas ha durado media hora, se ha desarrollado en un Teatro Ateneo abarrotado de personas. Una ceremonia en la que han intervenido cuatro de sus amigos: el monje de Montserrat Aureli Argemí, el escritor Emili Teixidor, la periodista Montserrat Ponsa y el actor Joan Baixas.

Los cuatro han glosado diferentes facetas de Santi Santamaria, desde su compromiso con la democracia y con Cataluña, a sus relaciones con el mundo del teatro, hasta su carácter afable y conversador o su inmensa generosidad hacia los demás. El aria "Lascia ch'io pianga" de la ópera "Rinaldo" de George Friedrich Haendel y el poema "Arròs blanc", de Miquel Martí i Pol, han puesto emoción a un acto que ha acabado con la interpretación de la canción popular catalana "El cant dels ocells".

Publicidad