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Lucía también cree haber estado en ese lugar, siendo sólo un bebé, como evidencia una pista en el vídeo. Además Lucas, Sandra, Carlitos y sus hermanos tienen algo en común: todos tuvieron dolencias de corazón al nacer. Ana fue cardióloga en el pasado, tal y como Culebra descubre. Eso le hace sospechar que ese vínculo está relacionado con el origen de sus poderes.  Ansioso por encontrar al fin la verdad, busca desesperadamente a Ana, convencido de que tiene las claves que necesita. Pero lo que no sabe es que Ana está bajo tierra y nunca podrá dárselas.

Desesperado, Culebra intenta que Leo le de respuestas, pero el chico lleva días sin saber nada de sus madres. Además, su cuerpo ha empezado a sufrir extrañas consecuencias. Sus venas se ponen verdes y sufre achaques desconcertantes. Al verle, Culebra reconoce al instante lo que le está ocurriendo. A pesar de la desconfianza que Leo le devuelve, Culebra tratará por todos los medios de ayudar a su amigo, llegando incluso a tomar medidas desesperadas que podrían poner en peligro a toda la familia

Julia necesita acercarse a la familia Castillo. Por eso pone en marcha un plan para poder vigilarles de cerca, desde la casa de Rosa Ruano. Pero las cosas se tuercen e, irremediablemente, se ve forzada a vivir bajo el mismo techo que los Castillo.

Con esa desconocida constantemente en su salón, la familia tendrá que aumentar las alarmas; en cualquier momento la directora del colegio podría descubrir que tiene poderes. La realidad es que Julia quiere protegerles, aunque, en su intento por acercarse a ellos, sólo conseguirá enfrentarse una vez más con Mario. La culpa la tiene la historia de amor que cree estar viviendo Carlitos. Piensa que su hermana Lucía se ha enamorado de él. Sin saberlo, Julia le dará el consejo equivocado para remediarlo, que sólo hará crecer los problemas.

 

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