Lucas y Povedilla se infiltran como reclusos en un penal con el objetivo de detener los planes de Salazar (Miko Jarry), otro de los presos y cabecilla de una banda internacional de ladrones. A la policía sólo le consta que Salazar necesita un hacker o pirata informático para poner en marcha su plan de cometer el robo del siglo. Ese experto en informática será Povedilla.
Don Lorenzo se siente sin fuerzas para asumir el trabajo de comisario y le pide a Paco que se encargue de todo durante unos días. El inspector Miranda trata de superar la ansiedad que le produce tanta responsabilidad con la ayuda de Félix (Miguel de Lira), su psiquiatra. Su primer encargo será entrevistarse con unos agentes de la Interpol dispuestos a impedir que se cometa el robo del siglo.
Sara se encuentra sola, incomunicada y asustada en Madagascar porque Lucas ha perdido el avión al ser detenido por montar un escándalo en el aeropuerto al pelearse con Mariano. Sara, muy enfadada por este nuevo plantón, toma una decisión radical respecto a su relación con Lucas. Paco, por su parte, considera que debe dejar que su hija y su amigo vivan su amor en libertad.