Cuando Will se entera de que Sue Sylvester será uno de los jueces de los Regionales se queja a Figgins, ya que les condenan prácticamente al último lugar. Sin embargo, Figgins afirma no poder hacer nada al respecto y las condiciones siguen igual sino ganan tendrán que disolver el Glee Club.

Los chicos totalmente desmoralizados se reúnen en casa de Will e incluso la siempre optimista Rachel está totalmente hundida. Finalmente Will decide acudir a Emma para pedirle consejo. Esta le dice que en el fondo da igual ganar o perder que lo importante es la experiencia que se han llevado a lo largo de todo este año y que deben valorarlo. Esto anima a Will y decide hablar con los chicos y recordarles que cuando empezaron apenas eran 5 chicos y que la canción 'Don't Stop believing' le hizo cambiar de opinión cuando estuvo a punto de marcharse y que ha decidido hacer un popurrí de canciones sobre viajes y esto les encanta a los chicos.

Cuando llega el gran día, el salón de actos está abarrotado y además de Sue Sylvester también son jueces  el cantante Josh Groban, Olivia Newton John y el presentador Vara Remington. Los chicos hacen una excelente actuación y se lo pasan en grande. Sin embargo cuando le toca el turno a Vocal Adrenaline, Quinn se pone de parto y se van todos corriendo al hospital.

Cuando llega la hora de las votaciones y Sue trata de convencer al resto del jurado para que no voten a los chicos del Glee Club se da cuenta de los delirios de grandeza que tiene este 'célebre' jurado y sobre todo cuando la ridiculizan por ser solo una entrenadora con algo de fama. A pesar de todo, finalmente Sue cree que los que merecen ganar son los chicos de Glee y acaba votandoles. Lamentablemente finalmente son los chicos de Vocal Adrenaline los que se llevan el premio a casa. Por lo tanto el Glee Club tendrá que disolverse.

Emma muy furiosa trata de impedir que esto suceda y no entiende como Will lo permite. Will la besa y le asegura que no se dará por vencido con ella. Rachel cita al señor Suschter y le prepara una sorpresa, todos los chicos le cantan y le aseguran que sus vidas han cambiado no solo por el Glee Club, ya que todos creen que en el fondo Will es el Glee Club. Sue Sylvester es testigo de la conmovedora escena y acorrala a Figgins para que cambie de opinión para que el Glee Club continue. Sin embargo,  fiel a su posición contraria a Will le da la buena noticia con la perspectiva de que sería muy aburrido si no puede meterse con nadie. Finalmente el Glee Club permanecerá abierto un año más.