Fulgencio quiere huir, pero Bernarda le hace ver que eso ahora es completamente imposible. Cuanto más trata Francisca a Bernarda como si no pasase nada, más se inquieta la mujer de su primo. Mauricio va recuperando el ánimo. Francisca tiene noticias de sus abogados respecto a su primo.
Mariana confirma a Francisca que Mauricio ha reaccionado antes de volver al lado de Rosario.
Gonzalo explica la historia de lo sucedido al tiempo que empiezan a administrar dosis de antídoto. Cuando parece que Mauricio va a abandonar este mundo, el antídoto llega también a la Casona. María sabe que Gonzalo no le ha contado toda la verdad y éste se dispone a hacerlo. Gonzalo le explica el papel de Lesmes en el plan de Jacinta y el heroísmo desesperado de Aurora.
Alfonso se niega a considerar siquiera la posibilidad de que Emilia muera. La quiere demasiado. Rosario queda instalada en la habitación de María. Pide a Alfonso que traiga a don Anselmo. Rosario se despide de Mariana hasta que llega don Anselmo a darle la extremaunción. Rosario se confiesa con don Anselmo. El sacerdote perdona sus pecados para que pueda ir en paz.
María y Mariana intentan comunicarse con Candela a través de la puerta de la confitería. Candela sí está, pero Fernando le impide contestar a las llamadas de las chicas. María y Mariana gritan, a través de la puerta, que Gonzalo ha regresado con el antídoto. Fernando se niega a facilitar que Candela consiga el antídoto. Afirma que no lo necesita.
Conrado quiere ir a por Aurora. Gonzalo lo convence de aplazarlo hasta que hablen con el hospital. Gonzalo y Conrado intentan recabar nuevas de Aurora. Reciben lo que parecen ser malas noticias.