Juan reacciona con frialdad a la visita de Nicolás a su casa, pero después le busca para amenazarle.

Aunque su familia se opone, Leonor está dispuesta a abandonar sus estudios en Francia para quedarse en Madrid y ayudarles en estos momentos de necesidad.

Aquilino, ante la posibilidad de morir en la sala de operaciones, confiesa a Encarna que Ismael es su hijo. Éste continúa su relación con Isabel, los dos jóvenes cada vez están más unidos.

Américo se sincera con su padre, si no quiere mudarse a Toledo no lo tiene que hacer por él. El padre está contento por el perdón del hijo pero está decidido a marcharse.