Un pasajero rompe su maleta para evitar pagar por ella: "Este señor es un héroe"

A muchas personas les da miedo volar- Esto es distinto, pero cada vez más personas sufren con los nervios que les provoca acercarse a un aeropuerto para viajar. La simple la idea de batallar con el personal de algunas compañías supone un tormento, y es que algunos se ponen exquisitos a la hora de medir al milímetro las dimensiones de las maletas de cabina que los pasajeros pretenden llevar consigo.

Conocido por casi todos que en caso de 'no pasar por el aro', o en este caso de la cajita de metal que habría frente a la puerta de embarque, estas compañías solicitan el pago de una cantidad de dinero, desmesurada para muchos.

"Eran sólo las ruedas"

Esto fue lo que le ocurrió a David el pasado domingo, que llevaba una pequeña maleta de pequeñas dimensiones, aparentemente apta para llevarla consigo en el interior de la aeronave. De hecho, él mismo aseguraba que ha viajado en numerosas ocasiones a lo largo de los últimos años.

"No encontré sentido a que me cobraran 70 euros por llevar mi maleta, cuando a la ida no me costó nada"

Como él mismo explicaba, la única parte de su equipaje que excedía las dimensiones eran las ruedas que facilitan el transporte de la maleta. Pese a tratar de razonar con el personal de la aerolínea, a David no tenía más opciones que pagar los 70 euros que le pedían, o tirar de ingenio.

Viajero convertido en héroe

David tenía una postura clara, y no quería abonar la cantidad exigida por la compañía bajo ningún concepto, que era una cantidad superior al precio del billete, y que doblaba el valor de la maleta, que ya tenía a sus espaldas 7 años de 'trote' por el mundo.

Tras analizar la situación, David y las personas con las que viajaba idearon una solución tan sorprendente como arriesgada: Arrancar las ruedas del resto de la maleta.

Como se puede ver en las imágenes, al rato de luchar con la maltratada maleta, conseguían retirar uno a uno los cuatro discos de plástico que permitían mover con mayor facilidad el equipaje.

Ovación en el aeropuerto

Después de desmontar parte de la maleta, David comprobó que la maleta, ahora sí, cumplía de manera bastante justa con las medidas, pero cumplía. En ese momento una sonora ovación se extendía entre los viajeros que se encontraban en la zona de embarque aguardando su vuelo.

Ante los aplausos y vítores, la abogada de formación y periodista de profesión, Rosa Belmonte, ironizaba afirmando que "perdemos derechos civiles cuando entramos en un aeropuerto, un paritorio o una peluquería", y finalmente expresaba: "Al final merecemos lo que toleramos. Este señor es un héroe popular".

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