Aguas Ocaña ha sido una de las grandes benefactoras de su país, de ahí que consiguiera tener una popularidad muy superior a la de su marido. Llegó incluso a recoger a niños de la calle para cuidarlos en la residencia presidencial. Su actuación llegó, en cierta medida, a remover los cimientos sociales en Honduras. "Se salió del camino establecido y decidió tirar por el más dificil. De ahí que no todo el mundo entendiera su papel", asegura Goya Ruiz.
"No solo parte de la sociedad rechazaba lo que yo hacía, sino que también instituciones internacionales benéficas que recibían mucho dinero, estaban en contra de lo que nosostros hacíamos", asegura Aguas Ocaña.
Uno de los capítulos más interesantes de la vida de esta sevillana, es el que relata sus encuentros con la reina Doña Sofía. "Tiene una mirada prodigiosa", confiesa Aguas Ocaña. La ex primera dama de Honduras asegura haber tenido muy buena sintonía con Doña Sofía.
Aguas Ocaña se convirtió en la primera española en convertirse en primera dama de un país extranjero. Ahora su vida ha sido recogida en un libro escrito por Goya Ruiz y editado por Planeta.