En la escena de un crimen su trabajo se ha convertido en fundamental. Gracias a ellos, la precisión en la búsqueda del culpable y la rapidez para resolver casos especialmente complicado es cada vez mayos. Es el trabajo de la Policía científica.
El hallazgo de una colilla junto al cuerpo de Rocío Wanninkhof permitió detener al verdadero culpable, Toni King. En el caso de Marta del Castillo, la ausencia de cadáver no ha impedido que la aportación de la policía científica haya sido sustancial. Una mancha de sangre en la cazadora de Miguel Carcaño será la prueba más importante del juicio. También en la muerte de la pequeña de Arriate María Esther, las numerosas pruebas encontradas en la escena del crimen arrojaron mucha luz al caso. Este cuerpo especializado está de aniversario, cumple 100 años.
La primera actuación de la policía científica es elaborar un reportaje fotográfico, seguimos con la recogida tanto de restos balísticos como biológicos, siempre por separado. Los agentes deben protegerse cara y manos para evitar "contaminar" la escena del delito. La recogida e identificación de huellas es otro de los pasos que deben llevar a cabo y, por último, una investigación visual del entorno donde se ha producido el delito. Los laboratorios tanto de balística, como de huellas o de biología serán los que vayan aportando cada vez más datos sobre lo que hayamos recogido.