Un error o un cambio en la dirección del viento, posibles causas de la muerte de Darío Barrio

El cuerpo del cocinero Darío Barrio, fallecido a los 42 años cuando participaba en un espectáculo de salto base del Festival Internacional del Aire El Yelmo en Segura de la Sierra (Jaén), se ha trasladado a su ciudad natal, Madrid, donde se le practicará la autopsia y se celebrará el funeral.

El funeral, por deseo de sus familiares, se celebrará en la intimidad y solo en compañía de amigos y allegados, han informado fuentes próximas al cocinero.

Su familia, amigos y el equipo de dASSA bASSA -el restaurante que abrió hace justo diez años- han emitido un comunicado en el que agradecen "profundamente todas las muestras de cariño recibidas en estos difíciles momentos". "Se ha marchado un genio de la cocina y una gran persona, pero nos deja sus únicos y particulares sabores para el recuerdo", añaden.

Darío Barrio era propietario y chef del restaurante dASSA bASSA de Madrid y alcanzó la popularidad con su participación en programas televisivos. También era conocido por su participación en acciones culinarias solidarias contra la desnutrición infantil.

Las últimas informaciones hablan de que el accidente pudo deberse a una incorrecta trayectoria de vuelo o a un cambio de la dirección del viento, causas que son investigadas y que no mitigarán el dolor que sufre su familia y el mundo culinario.

Estas circunstancias están siendo investigadas a instancias del juzgado de guardia de Villacarrillo, adonde también se remitirán los resultados de la autopsia.

El joven cocinero madrileño conocía la zona ya que había practicado en ella dos semanas antes, pero además tenía gran experiencia en este deporte extremo, que había puesto en práctica en múltiples y accidentados lugares del mundo. Debía pasar tras su salto cerca del castillo de Segura de la Sierra de Jaén y abrir el único paracaídas del que disponen estos saltadores y aterrizar, pero impactó cerca de la ladera del histórico edificio.

Este salto se suele realizar a una velocidad de entre 160 y 180 kilómetros por hora, una vez que el saltador analiza la trayectoria en función del viento que sopla en ese momento.