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ANÁLISIS DEL ÚLTIMO CAPÍTULO

Juego de Tronos 8x05: 'Las campanas' en 6 claves

A falta de un episodio para que acabe 'Juego de Tronos', el caos y la destrucción se apoderan de la serie. Si aún no has visto el quinto episodio de la octava temporada, no sigas leyendo, este análisis del capítulo contiene SPOILERS.

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En el episodio 8x05, 'Las campanas (The Bells)', segundo de esta temporada dirigido por Miguel Sapochnik, asistimos a la ira de Khaleesi que conlleva la destrucción de Desembarco del Rey y la muerte de algunos protagonistas.

Jon y Varys
Jon y Varys | HBO

ADIÓS VARYS

"Admiro tu empatía", le dice irónico Varys a Jon Snow sobre su relación con la khaleesi. El eunuco traiciona a su jefa porque cree que Jon podría ser mejor gobernante (alguien que no quiera el trono como la mejor opción). ¿Consecuencia? Dany lo ejecuta. El que avisa no es traidor: recordemos que ella ya le amenazó con quemarle vivo si la traicionaba en el episodio 7x2. "Si no te gusta un monarca, conspiras para coronar a otro", le comentó entonces, desconfiada. Varys, que tampoco se mordía la lengua, le contestó: "La incompetencia no debe recompensarse con lealtad ciega". Pues ahí lo llevas. Drogon se encarga de hacer realidad la amenaza del pasado quemándole vivo.

JON SNOW, EN EL LIMBO

A Varys, Jon Snow le exige que le deje en paz porque no quiere ser rey. Asiste a su ejecución impasible. A Daenerys le jura lealtad, se besan, pero el único fuego que pervive ahí es el de la chimenea. "Muy bien: miedo entonces", dice ella. ¿Qué hace Jon? Nada. A pesar de que Dany arremete contra sus hermanas por cotillas, exculpándose en parte de la muerte de Varys. Jon intenta evitar el ataque irracional de la rubia a Desembarco, pero ya es tarde. De tan pavisoso que es merecería morir. Ordena replegarse al final del episodio cuando ya es demasiado tarde.

KHALEESI VENGATIVA

Si Cersei, tras el paseo de la vergüenza, hizo saltar por los aires la ciudad, la venganza de Khaleesi no se queda corta. La esencia de la hija del rey Loco nunca se fue, así que Daenerys hace lo que mejor sabe hacer: atacar sin compasión.

Entre el dragón muerto, la doble traición –junto a Varys, la de Jaime– y la muerte de Missandei, su compañera leal, Daenerys se vuelve más Khaleesi que nunca y asalta Desembarco del Rey desatando el infierno. Su frágil relación con Jon hace el resto: Dany sabía que sería elegido por los suyos antes que ella (la verga es la verga, como recordó Varys) y Jon no la ama como ella espera. No escucha a Tyrion que le suplica misericordia (y que, desde el principio, le dijo que el objetivo era acabar con Cersei no con la urbe y sus miles de almas inocentes). Así que Tyrion también la traiciona, liberando a su hermano Jaime para intentar sacar a Cersei (embarazada) fuera de la ciudad (todo queda en familia). Tyrion llora, se la debía a Jaime. Ésta será la última vez que se vean con vida y la despedida resulta lo más emocionante del episodio. Drogon quema la flota de Euron y Dany se convierte en Terminator. A pesar de que los soldados de Cersei se rinden, Drogon arrasa con todo y Desembarco es destruido. Gusano se muestra implacablemente vengativo, todo lo contrario que Jon que intenta evitar lo inevitable. Imágenes poderosas del sinsentido de la guerra. Hasta a Cersei se le escapa una lágrima ante semejante horror.

LO MEJOR: LA CLEGANEBOWL

Aunque han sido personajes secundarios, el Perro y la Montaña se debían el cara a cara definitivo, la anunciada Cleganebowl, la Superbowl de los Clegane. Leal, como un perro, Sandor Clegane, el primer miembro de la Guardia Real que no fue caballero, que protegió a Sansa y casi muere a manos de Arya, y que, finalmente, ayuda a ésta junto a Dondarrion a acabar con el Rey de la Noche, frente al violento Gregor Clegane, el hermano que le hacía bullying y le quemó la cara y que fue resucitado por Qyburn para convertirse en feroz guardaespaldas de Cersei. La Montaña estaba en la lista de Arya, así que el Perro le hace un favor a la Stark. Su enfrentamiento mortal se produce durante el ataque de Drogon y a pesar de que Cersei intenta evitarlo. La Montaña mata a Qyburn de un manotazo: el monstruo se rebela contra su creador. Sin su casco, esta especie de Darth Vader mazado, de cara monstruosa, intenta sacarle los ojos a su hermano como hizo con Oberyn. Pero el Perro, con sus últimas fuerzas, le apuñala en un ojo. Muchas de las muertes en Juego de tronos suelen replicar otras muertes (de justicia poética). Que el Perro le apuñale en el ojo no es fortuito, así fue como La Montaña mató una de las veces a su colega Dondarrión. El Perro le empuja, cayendo los dos desde lo alto de la fortaleza a la ciudad en llamas.

ADIÓS, JAIME Y CERSEI

Jaime, que intenta rescatar a Cersei cuando Drogon quema la ciudad, pelea contra Euron resguardados en una cueva. Aunque lo mata finalmente ("Otro rey para vos", le dice Euron), Jaime es mortalmente herido ("Soy el hombre que mató a Jaime Lannister", presume mirando a cámara). Malherido, Jaime se encuentra con Cersei. La de los ojos verdes, según la predicción de Melisandre, y el manco de la mano dorada se abrazan. La profecía decía que una reina más joven y hermosa le quitaría todo lo que ama (Daenerys) y que Cersei moriría estrangulada a manos de su 'valonqar', su hermano pequeño. Finalmente no es así. Escondidos, Cersei suplica por su vida, pero lo hace para proteger al hijo que lleva en su vientre. "Quiero que nuestro hijo sobreviva". Como le dijo Jaime a Tyrion, su hermana lo único que ha hecho siempre es proteger a sus hijos. Jaime, que ve cerca el final, le mira a los ojos. "No importada nada más, sólo tú y yo". Pues sí, siempre han sido tal para cual. Se abrazan, mientras el edificio se derrumba sobre ellos.

ARYA, EN SOLITARIO

"Vengo a matar a Cersei", espeta Arya a un contrariado soldado de la Fortaleza Roja. El Perro, que la acompaña, le anima a olvidarse de su lista. "¿Quieres ser como yo?", le dice. Mientras el Perro pelea contra la Montaña, Arya escapa en pleno caos por las calles junto a personas inocentes que corren despavoridas. Despierta desorientada, manchada de polvo, el aire lleno de cenizas, una secuencia muy poderosa que trae a la memoria el atentado del 11S. Arya intenta salvar a los olvidados, pero Drogon sigue expulsando fuego y los adoquines caen por doquier. Con la cara ensangrentada, se detiene en las figuras abrasadas de una madre y su hija, cual escenario de Pompeya (me viene a la cabeza la película malísima aquella de Kit Harington). Un caballo blanco surge de la nada, mientras suena la música. Nadie se lo cree, el lirismo es impostado, pero visualmente queda tan bien... Arya lo monta y desaparece. Ver a Arya superada por las circunstancias es la demostración de que el Rey de la Noche, al que ella fue capaz de matar, es menos peligroso que el ansia por conseguir el trono.

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