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NÚMERO DE SERIE

La quinta temporada de 'Mad Men' condena a Don Draper a la soledad eterna

'Mad Men' acaba de finalizar su quinta temporada con récord histórico en una finale, con 2,7 millones de espectadores. Que la serie de AMC creada por Matthew Weiner es una auténtica joya televisiva está más que demostrado con esta temporada, que ha sido muy ambiciosa a nivel creativo y que ha conseguido llevar a los publicistas de Madison Avenue a un nuevo escalafón catódico. Todos los personajes han evolucionado de forma espectacular y la temporada se ha cerrado por todo lo alto. ¿Se puede pedir más a 'Mad Men'?

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Después de casi un año y medio sin capítulos inéditos había expectativas muy altas por ver la quinta temporada de 'Mad Men'. Tras un inicio inquietante en la que muchos pusieron el grito en el cielo, se ha demostrado que la serie está en plena forma y que ha sabido evolucionar, crecer y hacerse más grande sin renunciar a la coherencia y evolución lógica de los personajes. La quinta temporada ha tenido momentos tan extraordinarios que resulta imposible enumerarlos todos.

¡¡SPOILERS!!
Don Draper comenzó la temporada con perfil bajo, sin interés por la agencia y más centrado en irse a casa con Megan que por buscar el eslogan perfecto. ¿Quedaba algo del antiguo Don? Tres acontecimientos le han marcado en la recta final de temporada: la cuenta de Jaguar en la que resucita como publicista, la marcha de Peggy y el suicidio de Lane.

Son estos acontecimientos los que le llevan a elegir a Megan como protagonista de un anuncio publicitario. Un hecho en apariencia banal, pero que significa el final del matrimonio. Don empieza a considerar a Megan como un florero sin talento. Tal y como hacía con Betty y con la larga lista de mujeres con las que ha tenido relaciones sexuales. No piensa lo mismo sobre Peggy y en la maravillosa secuencia de ambos en el cine Don lo deja muy claro: "Estoy orgulloso de ti".



En los minutos finales del capítulo Don se aleja de Megan, ataviada con todo lo necesario para la grabación del spot, y al paso se aleja de todo lo que ha conseguido hasta ahora. Minutos antes se deleita con ella en una cinta de vídeo para la prueba de casting y todo se reduce a eso: una cara bonita. Megan no es Peggy y Don se ha dado cuenta.

La consecuencia lógica está simbolizada de forma maestra en la última secuencia. Una chica desconocida en un bar le pregunta a Don: ¿estás solo? Y el señor Draper contesta que sí con su mirada. Así es 'Mad Men', una serie de miradas y silencios.

Peggy Olson y su impecable evolución
Si hay un gran personaje después de Don, esa es Peggy, sin ninguna duda. La que fuese una secretaria novata es hoy una creativa profesional, con buenas ideas, que lucha por su trabajo sin pisar a nadie. Cansada de verse sin reconocimiento y ninguneada por Don, decide poner fin a su trayectoria en la agencia Sterling, Cooper, Draper & Pryce. A partir de ahora Peggy volará sola sin la ayuda de su mentor. La secuencia en la que dimite ante un Don abatido que besa su mano quedará en nuestro recuerdo para siempre. Peggy es un personaje excelente, y con este nuevo giro se ha hecho más inmenso que nunca.

Pero no sólo Peggy ha cambiado. Joan ha conseguido ser socia en la agencia a un precio muy alto y decide, a pesar de la insistencia de Roger, criar a su hijo como madre soltera. Pete sigue empeñado en vivir alejado de la realidad y cada vez se hunde más en su propia agonía. Roger continúa como el niño que siempre ha sido, aunque esta vez adereza su puerilidad con LSD. Betty, irascible y con sobrepeso, vive en una continua espiral de infelicidad. Y sin olvidar a Sally Draper, que en esta temporada ha estado especialmente brillante con su transformación en adolescente.

Es muy complicado que una serie que tiene tantos personajes logre que te intereses por cada uno de ellos, pero 'Mad Men', con un guión perfecto al que le acompaña la mejor escenografía posible y una dirección de actores excepcional, lo consigue. Una vez más, 'Mad Men' consigue tenernos a sus pies. Y no será la última.

 

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