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NÚMERO DE SERIE

'My Mad Fat Diary' eleva a lo más alto el género de series adolescentes

Pocas veces una serie adolescente tiene contenido más allá del buen físico de los actores. Las ficciones teen narran el mismo discurso una y otra vez ofreciendo, sobre todo, personajes estereotipados sin un mero rasgo de naturalidad. En el caso de 'My Mad Fat Diary' ocurre todo lo contrario. La serie, que se emite en el canal británico E4, es un retrato auténtico y valiente de la adolescencia a través de su genial protagonista: Rachel Earl, una adolescente obesa que lucha contra los elementos y consigo misma en la añorada década de los 90.

'My Mad Fat Diary'

E4 'My Mad Fat Diary'

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No es casualidad que dos de las series más sugerentes protagonizadas por adolescentes provengan del mismo canal. E4 es responsable de albergar entre su catálogo a 'Skins' (2007-2013) y ahora a 'My Mad Fat Diary', que comenzó el año pasado y que actualmente emite su segunda temporada. 

La serie arranca con Rachel (Rae), que abandona el hospital psiquiátrico en el que ha estado ingresada durante 4 meses por haberse autolesionado como consecuencia de sus problemas de autoestima ante su más que evidente sobrepeso. 

Lo fácil hubiese sido caracterizar a Rae como una chica tímida, agradable con todos y dispuesta a poner siempre la otra mejilla, pero la historia le otorga un papel protagonista activo, con una personalidad atrayente que va desde los ataques de ira hasta la mayor fragilidad imaginable. Rae es, ante todo, un personaje real, que te crees desde su primera línea de diálogo hasta la última. La elección de Sharon Rooney como actriz protagonista es acertada al cien por cien.

El desarrollo argumental de la serie contrasta la vida de Rae después de salir del hospital, enfrentándola con todos sus fantasmas internos, con su particular madre (una versión extremada de ella misma) y sobre todo con su mejor amiga Chloe (delgada y popular) y su grupo de amigos, con el que trata de encajar aunque sin realizar concesiones. Sus reflexiones a modo de voz en off están cargadas de sarcasmo, de sexualidad y de humor negro.

Gran parte de las mejores secuencias de la serie tienen lugar en el despacho de Kester (Ian Hart), su terapeuta con el que mantiene sesiones semanales. En tan sólo unos minutos se sintetiza perfectamente todo lo que conlleva ser adolescente y serlo, además, con un físico que te impide experimentar esa fase vital con normalidad. 

'My Mad Fat Diary' merece un enérgico aplauso por parte de todos los que siguen la serie, no sólo por estar bien escrita y por tener personajes bien construidos sino por dar un paso más allá en las series para teenagers y elevar el género a una posición más alta de lo habitual. Y todo con una insuperable banda sonora de los 90’s. ¿Qué más podemos pedir?

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