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'Gossip Girl' en punto muerto y sin retorno

Que 'Gossip Girl' se ha convertido en un aburrimiento total no es ningún secreto. Nunca mejor dicho porque en la serie ya no hay cotilleos sustanciales. La serie adolescente, y antiguo emblema de The CW, ha perdido toda su chispa. O casi toda. Apenas reconocemos ahora el ambiente pijo del instituto, las conspiraciones en los pasillos de clase, las humillaciones públicas. Ahora Blair, Serena y compañía tienen una vida muy pija y glam, sí, pero también muy aburrida.

The CW Gossip Girl

Si antes el teen drama por excelencia se movía en torno a los 2,5 millones y medio ahora se tiene que resignar con los 1,3 millones de espectadores que han despedido a los chicos del Upper East Side hasta su regreso en septiembre con la quinta temporada. Este pésimo dato se acerca al mínimo histórico de la serie y deja claro que el interés ha caído en picado desde su comienzo en 2007. ¿El motivo? Bien está lo que no se toca. Sacar a los protagonistas del instituto fue un inmenso error y aún lo están pagando.

Esta cuarta temporada, que empezó por todo lo alto con una doble premiere rodada en París, ha estado estructurada en dos partes. La primera de ellas ha tenido a Serena como víctima absoluta del complot pilotado por Juliet (Katie Cassidy). En la segunda Blair ha tomado el protagonismo y su interminable relación de amor odio con Chuck. Está claro que si no fuera por las dos protagonistas femeninas la serie no funcionaría, porque todo lo demás está en un punto tan muerto que 'Gossip Girl' carece de sentido.

A lo largo de los 22 capítulos que han compuesto la temporada ha habido errores imperdonables. Eric, Vanessa, Rufus y Nate podrían desparecer de un plumazo y nadie se daría cuenta. Ninguno ha tenido una trama importante y permanecen como meros convidados de piedra que de vez en cuando sueltan alguna frase. Y si a Dan lo he hubiesen adjudicado un tonteo amoroso con Blair no nos habríamos ni dado cuenta de que existe.

Esta situación de agotamiento creativo no ha pasado desapercibida a los actores. Jessica Szohr (Vanessa) ya ha anunciado que no volverá en la quinta temporada. Tampoco volverá Taylor Momsen, que ya redujo a una mera colaboración su presencia en la cuarta temporada, en el papel de Jenny Humphrey. Las dos han declarado estar aburridas dar vueltas sobre lo mismo. Y que lo digan.

Algún momento bueno hemos tenido. Blair y Chuck siguen funcionado, a nivel de personajes y a nivel de química interpretativa. Han cortado mil veces, el esquema de escena se repite, pero siguen saltando las chispas cada vez que comparten plano. Está claro que son el mejor activo de la serie. Ahora, tras la el compromiso de Blair con un ficticio príncipe monegasco la trama de ambos está en un momento muy interesante. Seguro que al final miss Waldorf se decanta por mister Bass, pero hasta entonces será una dulce espera.

Serena es un personaje odiado y querido a partes iguales. A veces tiene un exceso de ñoñez que exaspera a cualquiera pero en otros momentos sí que luce mejor, como cuando tiene que enfrentarse a Lily, su implacable madre. Todo el drama del supuesto abuso de Serena por parte del hermano de Juliet las ha enfrentado cara a cara durante la segunda mitad de la temporada. Al menos no se han sucedido varios novios que desaparecen a los tres capítulos o una estúpida elección entre Dan y Nate.

Que la serie haya renovado en los últimos upfronts no fue ninguna sorpresa. Los datos de The CW en otras ficciones son tan malos que la audiencia de 'Gossip Girl' es un alivio, aunque el límite para la cancelación empieza a tomar fuerza. No han sabido llevar la serie por su recorrido natural y lo han pagado con una fuga masiva de espectadores. Sigue siendo pija y cruel, pero también aburrida y plastosa. Algunos veremos la quinta temporada, otros ya han abandonado en el camino. Sólo podemos decir: XOXO.