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NÚMERO DE SERIE

El concepto de serie trash alcanza un nuevo nivel con 'The Client List'

¿Es posible sentir vergüenza ajena con una serie de televisión? Con 'The Client List' nueva ficción de la cadena Lifetime (canal de cable para mujeres) y protagonizada por Jennifer Love Hewitt, no solo es posible sino que la sensación se mantiene desde el principio y hasta el final del capítulo. A pesar de la buena audiencia que consiguió en el piloto, 2,7 millones, la serie es ridícula de principio a fin. No sólo por su argumento, poco creíble y mal narrado, sino por las innumerables muecas de la protagonista que añade un plus de cutrez difícilmente superable.

The Client List

Lifetime The Client List

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'The Client List' cuenta la historia de Riley (Hewitt), madre de dos hijos y cuyo marido se va de casa de la noche a la mañana por las dificultades económicas que atraviesa el matrimonio. La sufrida Riley tiene que buscar trabajo para sacar adelante a su familia y ¿cómo lo consigue? Muy sencillo: consigue un trabajo de masajista en un spa que ofrece "servicios especiales" a los clientes masculinos. En un principio, a Riley le espanta la idea de masturbar a sus clientes, pero cambia de parecer y se convierte en un abrir y cerrar de ojos en toda una experta.

Más allá de la protagonista, no hay más tramas consistentes, sólo un cuñado que le corta el césped sin camiseta, unos niños que podían ser de plástico porque nadie se hubiese dado cuenta y unos secundarios que no aportan absolutamente nada al desarrollo de la historia, a pesar de contar con Cybill Shepherd ('Luz de Luna') entre el reparto. El episodio piloto está dedicado cien por cien al lucimiento personal de Jennifer Love Hewitt, a la sazón productora ejecutiva, y aderezado con una sucesión de torsos gratuitos a modo de videoclip.



Lo que saca más los colores es la mezcla de tonos sin ningún tipo de criterio. Según la escena, 'The Client List' intenta ser dramática o cómica. Y falla estrepitosamente en los dos géneros. La secuencia en la que Riley se da cuenta de que su marido se ha ido (los espectadores aún están intentando descifrar la razón de su marcha) es para verla en YouTube una y otra vez sin parar de reír, o lo mismo cuando hace masajes a los clientes donde empieza a sonar una musiquita de fondo que pretende ser cómica y que parece sacada de la biblioteca de sonidos predeterminados del Windows Media Player.

El absurdo total en 'The Client List' viene de base y es que el desarrollo de la protagonista es un despropósito de magnitudes estratosféricas. Una mujer que, de la noche a la mañana, comienza un trabajo de esas características y que a la vez ha perdido a su marido, experimenta una serie de cambios y reacciones que el guión obvia de un plumazo y que la interpretación de Hewitt termina de hundir en el subsuelo catódico. Y como guinda del pastel está el final del capítulo con una llamada sorpresa del marido y Riley contestando el teléfono sobre un fundido a negro. Épico.

Una buena y calculada campaña promocional de Lifetime, con los pechos de la Hewitt mostrándose u ocultándose a golpe de photoshop, y un intencionado tono de melodrama barato la han hecho una serie muy criticada al igual que popular en las redes sociales. Una serie como 'The Client List' hace de 'Pretty Little Liars' una ficción de culto. El concepto de serie trash ha alcanzado un nuevo nivel con 'The Client List', la mayor parodia en ficción de esta temporada y puede que de la próxima. Eso sí, no paras de reírte ni un solo minuto.

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