ObjetivoTV» Series

BETTY VE TELENOVELAS

'Ezel' llega a su fin: La venganza tiene un precio

Ha llegado el momento de empezar a despedirnos de 'Ezel'. De empezar a decirle adiós a una serie diferente, intensa, compleja. Y ha sido tan diferente que es casi imposible intuir qué final nos espera. Tal vez seamos testigos de un final feliz para compensar tanto sufrimiento. Tal vez nos espere un último disgusto final.

'Ezel' llega a su fin

'Ezel' llega a su finNova

Publicidad

Al menos tenemos ya respuesta a la gran pregunta con la que arrancaba esta historia. Sí. Ezel ha cumplido su venganza. Hemos sido testigos de todos y cada uno de los pasos que ha tenido que dar y también hemos sido muy conscientes de todo lo que ha perdido durante ese camino porque la venganza siempre tiene un precio.

Primer pago: Ömer

Ömer fue la primera víctima de esta historia al ser traicionado por su novia y sus amigos y fue el primer pago porque fue el primero en desaparecer. No sólo perdió su rostro, sino que, poco a poco, también perdió su identidad.

Es cierto que en los primeros pasos de Ezel, la personalidad de Ömer aún se presentía. Sin embargo, en algún momento indeterminado desapareció y por mucho que Ezel buscara en su interior (y en los espejos) no ha vuelto. Y no es que Ezel matase a Ömer. Simplemente es que con la evolución de los acontecimientos, el personaje interpretado por Kenan Imirzalioglu también evolucionó. Es más, probablemente aunque siguiera conservando los rasgos de Ismail Filiz tampoco sería la misma persona.

Después de su propia identidad, la familia fue el segundo precio que pagó Ezel por su venganza. Durante mucho tiempo fue un extraño en su propia casa, pero, sin duda, lo más doloroso fue el adiós a Mert porque con esa muerte Ezel no solo perdió a su hermano, sino que tomó consciencia de que era un peligro para los suyos, que su venganza no era solo suya, sino que también arrastraba a quienes quería y lo querían.

Eysan, moneda de ida y vuelta

Eysan (Cansu Dere) ha sido la gran incógnita de esta historia e incluso ahora, a punto de despedirla, es complicado definirla. Ha sido como una moneda. Unas veces era cara. Otras veces, cruz. Ha habido momentos en que parecía que quería a Ezel, que haría cualquier cosa por él; pero al instante se giraba y era la cruz que lo condenaba con una nueva traición.

Quizá a Eysan le ha pasado lo mismo que a Ezel con Ömer. Siempre quería que volviera, pero las circunstancias siempre conspiraban para que eso no sucediera. Si no era su padre, era Cengiz. Si no era Cengiz, era Kenan. Si no era nadie, era ese pasado que los separaba y que ninguno podía olvidar ni perdonar. Ezel no podía perdonar a Eysan y Eysan no podía perdonarse a sí misma.

Pero, al margen de cómo haya actuado Eysan, lo que ha quedado claro es que entre ella y Ezel ha habido un lazo irrompible. Por muchas mentiras y traiciones que haya habido entre ellos, siempre ha habido un punto en el que encontrarse. Siempre ha habido una mirada que los ha delatado.

Incluso Bade fue siempre consciente de ese nexo. Bade, otro de los precios que Ezel tuvo que pagar. ¿Qué hubiera pasado si Kenan no hubiera sido una amenaza? ¿Hubieran tenido futuro si Ezel no la hubiera alejado de su lado? Tal vez sí. Tal vez no. Ezel quiso darse una oportunidad con ella, pero la sombra de Eysan era demasiado alargada. Ezel quiso querer a Bade, pero no fue suficiente.

La amistad no tiene precio

Ömer también perdió a sus amigos, pero Ezel en ese aspecto ha tenido algo más de suerte. Es cierto que Cengiz ha sido, es y será su enemigo, pero también es cierto que Cengiz nunca fue amigo de Ömer. Quien envidia lo que otro tiene (y con envidia de la mala) no puede ser llamado amigo y Cengiz envidió siempre todo lo que tenía Ömer. Envidiaba su familia y envidiaba su novia. De hecho, hizo todo cuanto pudo por ocupar el lugar de su "amigo" durante su ausencia.

Sin embargo, recibió lo mismo que dio. La venganza de Ezel dejó claro a Cengiz que siempre fue el segundo plato en la vida de Eysan. Ezel no le quitó nada a Cengiz. Simplemente recuperó lo que era suyo, aunque Cengiz no quisiera ni entenderlo ni asumirlo y demostrase, una vez más, su pésimo perder.

En cuanto a Ali, ha sido la gran sorpresa de esta historia. Traicionó a Ömer, pero durante capítulos y capítulos ha puesto sus puños, sus pinzas y sus armas a disposición de Ezel para redimirse. Y lo consiguió. Tal vez Ali no haya sido el personaje más inteligente, pero, sin duda, ha sido el mejor escudero y el que más ha sorprendido con su evolución. ¿Quién iba a decir que el matón de barrio iba a ser un responsable padre de familia?

La muerte, factura con intereses

Sin duda Ezel ha pagado el mayor precio en forma de muertes porque a lo largo de todo este camino ha tenido que decir adiós a demasiadas personas.

Ramiz fue un personaje tan entrañable como enigmático. Fue el creador de Ezel, el inspirador de su venganza, el hacedor de ese nuevo individuo. Fue un amigo, un mentor, un protector; pero en algunos momentos también fue un manipulador. Ayudó a Ezel con su venganza, pero también lo arrastró a su guerra con Kenan y fue ahí donde el camino se tiñó de sangre.

¿Qué hubiera pasado si Ezel no se hubiera involucrado en esa guerra del pasado? Probablemente Bahar seguiría viva y tal vez hubiéramos conocido mejor al nieto de Ramiz. Temmuz y sus zapatillas no se habrían convertido en la pesadilla que fueron. Y no hubiéramos visto como su versión infantil disparaba a Tefo, que había sido todo un ejemplo de lealtad y que nos dio grandes momentos gracias a su relación con Ali.

Ha habido más muertes (Eren, Kamil, Selma, Kenan…), pero es casi imposible comentarlas todas. Han sido demasiadas. ¿Se habrán acabado ya o tendremos que lamentar nuevas pérdidas?

En definitiva, Ezel logró no sólo su venganza, sino también la de Ramiz. Ahora sólo nos queda pegarnos a la pantalla a esperar. A esperar para ver si tantas lágrimas, tantas pérdidas, tanto dolor tendrán como recompensa un final feliz o si un drama del tal magnitud solo puede terminar en tragedia. La respuesta, en Nova.

Seguro que te interesa:

Son clavados: La tierna imagen de Danna García, Norma en 'Pasión de Gavilanes', con su hijo

Publicidad