Truco para quitar un taco de la pared sin armar un destrozo

Los tacos proporcionan una fijación segura para objetos que se cuelgan en las paredes, como armarios, estanterías o espejos. Sin ellos, los tornillos no se sujetarían con fuerza a la mampostería. Ahora bien, volverlos a quitar de la pared se puede convertir en una tarea complicada.

El cuerpo del taco se suele expandir dentro del orificio en el que se asienta para crear un ajuste seguro. Es esto mismo lo que lo hace tan difícil de extraer, pero afortunadamente hay un truco que podemos poner en práctica para quitarlo sin armar un destrozo.

Para ello tan solo necesitaremos un tornillo del tamaño del taco o bien un poco más largo. Lo introducimos como haríamos normalmente, pero sin llegar hasta el fondo. A continuación, aseguramos nuestras manos con unos guantes, y con unos alicates movemos el tornillo. Empujando hacia arriba y hacia abajo hasta quitar el taco fuera del orificio.

El taco se deslizará fácilmente y dejará un pequeño agujero. Tan solo nos quedará sellarlo con un poco de masilla.

Otra herramienta casera que puedes utilizar para sacar un taco de la pared es el conocido sacacorchos para abrir botellas. Si dicha herramienta te encaja a la perfección con el grosor del taco introducido en la pared, entonces su mecanismo te será útil para descorchar sin problema la alcayata de la pared.

Si no te importa que el taco quede dentro de la pared, siempre puedes aplicar un poco de pasta sobre él para sellarlo y pintar encima. Para que quede la superficie de la pared totalmente plana y no se note en taco debajo de la pintura, usa un cúter para quitar los restos que sobresalen.

Recorta los bordes con cuidado hasta que el plástico quede a ras de la pared. En caso necesario, también puedes usar una lija gruesa para eliminar los relieves. Rellena con un poco de yeso y así quedará totalmente oculto el hueco dónde está el taco.

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