CONEXIÓN EN LA FAMILIA

¿Qué hace felices a los niños? Una experta en educación y crianza lo resume en 5 claves básicas

En conmemoración del Día Mundial de la Felicidad exploramos las cinco cosas que contribuyen a la auténtica alegría en nuestros hijos, junto con estrategias para fomentar este estado emocional y la importancia de validar todas sus emociones.

Niños jugando felices

Niños jugando felicesUnsplash

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En el camino de la crianza, uno de nuestros mayores anhelos y deseos es ver a nuestros hijos felices. Pero, ¿qué es lo que realmente hace felices a los niños? Te lo resumo en 5 claves:

1. Sentido de logro y pertenencia

Los niños felices se sienten felices y realizados cuando alcanzan metas y desafíos que son significativos para ellos. Reconocer y celebrar sus logros, ya sean grande o pequeños, les da una sensación de competencia y autoconfianza.

Animarlos a explorar sus intereses, probar cosas nuevas y poder aprender de los errores, les ayuda a desarrollar una actitud positiva hacia el aprendizaje y el crecimiento personal.

¿Cómo lo puedo aplicar? Estableciendo metas realistas y alcanzables con tus hijos, y celebrando juntos cada hito alcanzado. Vamos a apoyarlos en sus esfuerzos y les mostraremos que el proceso de aprendizaje es igual de valioso que el resultado final.

2. Conexiones significativas

Los niños encuentran felicidad en las relaciones profundas y significativas con sus seres queridos. Pasar tiempo de calidad juntos, compartir risas, conversaciones y experiencias fortalece los lazos emocionales y promueven la sensación de pertenencia.

Planificar actividades familiares regulares, como juegos de mesa, salidas al aire libre o cenas en familia, crea momentos especiales que perduran en la memoria de los niños.

¿Cómo lo puedo aplicar? Dedicando algo de tiempo cada día para conectarte emocionalmente con tus hijos, ya sea a través de juegos, conversaciones sinceras o actividades compartidas que les gusten y disfruten en familia.

Familia de excursión
Familia de excursión | Unsplash

3. Sentirse valorados y escuchados

Los niños se sienten felices cuando se sienten comprendidos, respetados y valorados por quienes los rodean. Escuchar activamente sus pensamientos y sentimientos, validar sus experiencias y ofrecerles apoyo emocional les da la seguridad de que son amados y aceptados tal como son.

¿Cómo lo puedo aplicar? Practicando la escucha activa con ellos en todo momento, mostrando interés genuino por lo que tienen que decir y brindándoles nuestra atención plena cuando nos hablen. Validar sus emociones, incluso cuando difieran de las nuestras y ofrecer siempre consuelo y orientación cuando lo necesiten.

4. Juego y creatividad

El juego es la forma natural en la que los niños exploran el mundo, desarrollan habilidades sociales y emocionales, y expresan su creatividad. Vamos a permitirles tiempo y espacio para jugar libremente, puesto que esto además les brinda alegría y satisfacción. La creatividad también alimenta la imaginación y el ingenio, lo que contribuye a una sensación de bienestar y felicidad.

¿Cómo lo puedo aplicar? Proporcionando a tus hijos materiales de arte, juguetes no estructurados y tiempo libre para jugar. Fomentamos su creatividad alentándolos a inventar historias, construir cosas nuevas y explorar su mundo de manera imaginativa.

Familia jugando
Familia jugando | Unsplash

5. Seguridad y estabilidad

Los niños prosperan en entornos seguros y estables donde se sienten protegidos y cuidados. Establecer rutinas predecibles, proporcionar límites claros y consistentes, y ofrecer un amor incondicional les da la seguridad emocional que necesitan para explorar el mundo con confianza y alegría.

¿Cómo lo puedo aplicar? Creando rutinas diarias que les aseguren estructura y estabilidad a la vida como horarios de comida y sueño consistentes, rituales de conexión familiar y reglas claras y justas.

Es importante recordar que la felicidad no es la única emoción válida. Validar y aceptar todas las emociones de tus hijos, incluso las menos agradables como el miedo, la frustración y la tristeza, les ayuda a desarrollar una saludable inteligencia emocional y a navegar por la complejidad del mundo emocional con confianza y resiliencia.

Con esto, podemos concluir que al centrarnos en las conexiones significativas, el logro y la pertenencia, el juego y la creatividad, sentirnos valorados y escuchados, y proporcionar seguridad y estabilidad, podemos fomentar una autentica alegría en nuestros hijos.

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