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Estos son algunos consejos para llevar mejor los madrugones

Levantarse temprano por las mañanas puede significar un gran esfuerzo. Te contamos los que harán que comenzar el día sea mucho más sencillo.

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Hay veces que levantarnos para afrontar un nuevo día se nos hace cuesta arriba. El cansancio acumulado, los cambios de rutina, el estrés, la pereza… Son muchos los factores que pueden dificultar aún que nos despertemos llenos de energía. Sin embargo, comenzar la jornada con buen pie es posible con estos pequeños cambios en tu vida diaria que explicamos en el video.

Rutina

Este paso es quizás el más importante. Establecer una rutina de horarios fijos en nuestro día a día para levantarnos, comer, disfrutar del tiempo libre y dormir es esencial para regular nuestro “reloj biológico”. De esta forma, si nos acostumbramos a un horario de sueño fijo, nos despertaremos incluso antes de que suene el despertador sin ningún problema.

Aunque las primeras semanas puede suponer un esfuerzo cumplir con el horario, es importante ser constante y seguirlo a rajatabla si queremos notar los resultados. Si supone demasiado esfuerzo, te puedes ir adaptando a la rutina progresivamente adelantando la hora de ir a dormir poco a poco.

Planifica tu jornada

Una de las mejores cosas que puedes hacer si odias madrugar es dejar preparado por la noche lo que vas a necesitar la mañana siguiente, por ejemplo, deja lista la ropa que vas a usar y planifica las tareas del día. Así, cuando despiertes solo tendrás que seguir la ruta marcada.

No retrases el despertador

Levántate con tiempo suficiente para desayunar y arreglarte sin prisas. Retrasar el despertador sólo conseguirá aumentar la sensación de cansancioy estrés. Comenzar el día con prisas por haberte quedado remoloneando en la cama hará que empieces el día con mal pie.

Un truco es colocar el despertador en algún lugar alejado de la habitación, de esta forma te obligarás a salir de la cama.

Luz natural

Evita dormir en la oscuridad total. Ver la luz solar por la mañana nos ayudará a despertarnos poco a poco en lugar de encender las luces de la habitación de golpe. Así, nuestro cuerpo asociará la luz natural con el momento de levantarse.

Motívate

Por último, procura estar motivado. Cuando suene el despertador, piensa en positivo, ten en mente todas las cosas del día que te harán sentir realizado. Eso te dará el impulso definitivo para afrontar el día con mucha más energía.

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