Cortes de digestión: ¿Debo esperar realmente dos horas antes de bañarme?

De niños, todos hemos escuchado de boca de nuestras madres y abuelas, ya sea en la playa o en la piscina, la temida frase: 'No te bañes todavía, que tienes que hacer la digestión'. Con impaciencia, debíamos esperar dos horas para poder jugar en el agua y refrescarnos en los calurosos días de verano.

Ese eterno proceso digestivo ha sido una norma arraigada en España que ha pasado de generación en generación hasta nuestros días. ¿Es necesario esperar tanto tiempo antes de zambullirse en el agua?

Sí. La Cruz Roja, dentro de las recomendaciones que realiza cada verano para tener unas vacaciones seguras, sugiere esperar un tiempo aproximado de dos horas después de comer. Las comidas copiosas y los cambios bruscos de temperatura son factores de riesgo ante posibles accidentes.

El corte de digestión o hidrocución se produce cuando nuestro proceso digestivo se ve interrumpido. Cuando terminamos de comer, el sistema digestivo se activa y el flujo de la sangre se concentra en él. De este modo, el resto del organismo recibe menos cantidad. Si nuestro cuerpo entra en contacto con bajas temperaturas de forma brusca, como puede ser la que posee el agua del mar o la de la piscina, la sangre comienza a repartirse por todo el cuerpo para calentarlo. Es entonces cuando pueden aparecer las señales de la hidrocución.

Podemos identificar un corte de digestión cuando se manifiesten los siguientes síntomas:

• Náuseas y mareos

• Sudoración excesiva

• Calambres

• Vómitos

• Visión borrosa

• Pitidos en los oídos

• Escalofríos

Hemos de tener en cuenta que, si esta interrupción de nuestro sistema digestivo se produce en el agua, puede hacer que los riesgos de ahogamiento aumenten considerablemente.

Cómo evitar los cortes de digestión

Para evitar que esto suceda, debes esperar un tiempo prudencial después de comer antes de bañarte y, una vez lo hagas, no zambullirte rápidamente. Es recomendable mojar poco a poco todas las zonas de tu cuerpo, para que este se acostumbre al cambio de temperatura. De este modo, el flujo sanguíneo no se desviará al resto de órganos del cuerpo.

Por supuesto, debes mantenerte hidratado y evitar las comidas copiosas y el ejercicio físico intenso antes de refrescarte en el agua. Podrás evitar la aparición de este problema y sustos innecesarios.